¡Vuelven las luchadas!

¡Qué ganas que llegue mañana!

Y que se haga de noche. Y que el árbitro pite el inicio de la luchada en el terrero “Luis Montero Barreto”, que lleva el nombre del que fuera luchador y amigo mío y que ya no está entre nosotros. Volver a ver a los luchadores saltar a la arena, después de un par de meses de inactividad, me alegra un montón y me amortigua este mono de lucha que me embarga. Aquí no valen los ansiolíticos ni la meditación. Necesito agarradas por vía visual. Una tonga de levantadas como las de Sixto Rodríguez y Domingo Barrios,  sacones como los de mi hermano Ángel, cogidas de muslo y traspiés como los de Ismael Brito, toques para detrás como los del majorero Juan Soto y Mario Perdomo o pardeleras como las de Vicente Alonso o Perez V. Aunque quiera, no puedo olvidar aquellos años ochenta, cuando me pasaba muchas horas en entrenamientos y terreros de lucha viendo luchadores de la talla de Arcadio Tejera, Lito Figueroa, Ernesto Saavedra, León Acosta, Mamelo Cañada, Juan Miguel Torres, Paquito, Estupiñán y todas las medias y colas que eran realmente espectaculares.

Todavía hoy me levanto por las mañanas creyendo que este fin de semana voy a ir a ver a esos grandes luchadores y voy a disfrutar como antaño. A veces, hasta me pruebo la ropa con la que yo luchaba cuando tenía menos de veinte años, pero los calzones ya  no me cubren la barriguita cervecera y la camisa no me baja del pecho, con lo que así no puedo ir al terrero. Aunque me gusta recordar mis piezas de ropa blanca y roja del Tías o la azulita del Arrecife, los dos equipos en los que luché federado.  Pero mañana, viernes, no voy a Haría a reencontrarme con el pasado. No, voy a disfrutar del presente de la lucha canaria. Y hay luchadores buenos que ya vi el año pasado, cuando todos militaban en Tercera. Y espero que sea igual o mejor esta temporada que son de Segunda. No habrá puntales, que están reservados para la Primera Categoría, pero hay  destacados que son de primera especial, como los antiguos carnet de guaguas. Chicos que luchan, que ofrecen su sabiduría con brazos y piernas musculados y destreza técnica. Que salen a luchar, que quieren ganar pero aceptan perder. ¡Como a mí me gustan!

Yo no voy al terrero a ver ganar a un equipo, en busca de una victoria de los míos, que siempre será bienvenida si se produce en buena lid. Yo quiero ver a un luchador imponerse a otro, a un hombre preparado derribar al otro igual de preparado. Conocedores de las mañas y ejercitados en ellas. Y quiero verlos vencer al otro tirándolo por técnicas reconocibles, vistosas, emocionantes y no por empujones o faltas. Y quiero un árbitro neutral y pro activo. Quiero, en definitiva, lucha canaria. ¡Qué bonita es la lucha!

¡Qué ganas de que sea mañana! Que se haga de noche y mis amigos José Alberto, Daniel y  Salvador me acompañen a las gradas a disfrutar del espectáculo. Es la primera luchada del II Torneo “Copa Cabildo de Lanzarote” y se enfrentan el Unión Norte y el Tao. Me queda magua porque el excelente luchador Miguel Reyes no podrá luchar todavía, por esa lesión que sufrió en una confrontación  de su equipo con el Unión Norte también, pero me alegra volver a ver a Roberto Berriel en un terrero en Lanzarote, Y, por supuesto,  quiero ver a Juan Gil, que fue el mejor luchador la pasada temporada en acción. Y a mi sobrino Rayco, y a Juan Antonio, y a Niz y a Armas y a todos. Desde la primera silla hasta el final. Y que sea una luchada rápida, que lo breve y bueno, dos veces bueno.

Me alegra saber que durante cuatro semanas, tendré ración doble de lucha cada semana. Los seis equipos se repartirán en dos grupos, y los primeros de cada grupo se enfrentarán en la final, en una sola luchada, el 18 de noviembre, dos días antes de que empiece el Mundial de Fútbol de Qatar 2022. Pero mañana, me voy al Norte, a Haría. Y el sábado, se abre el otro grupo, con la segunda luchada, se enfrentan el Tinajo y el San  Bartolomé, dos grandes equipos también. Todos están reforzados con bravos luchadores, los seis equipos, para subir de tercera a segunda, espero que luchen y que dentro de veinte años, estemos recordando la lucha de mañana y las siguientes con la misma emoción que recuerdo las de mis años gloriosos de los ochenta. ¡Ánimo, puntales! ¡Adelante, mis héroes!