Arminda Barreto, una canarista en Tías
- MANUEL GARCÍA DENIZ
La maestra de escuela Arminda Barreto llegó al colegio de La Asomada hace casi una década para echar raíces en el municipio de Tías.
Con su marido médico y sus dos hijas reside en el pueblo y acude a su trabajo caminado. Le encanta dar clases y se declara maestra vocacional, al igual que reconoce que su llegada a la política tiene mucho que ver con sus años de voluntariado en Las Palmas de Gran Canaria, ciudad en la que nació y vivió hasta que se decidió a venir a Lanzarote. Lo vivió como el camino de vuelta a sus orígenes, ya que su abuelo había emigrado de Haría a la Isleta y allí casó con su abuela, procedente de Fuerteventura. En cambio, su padre ha hecho toda su vida en la isla redonda, donde, desde siempre, fue un hombre muy pegado al movimiento que acabó convirtiéndose en la actual Nueva Canarias, partido que ella lidera ahora en Tías.
Hay tres ejes en los que Arminda reconoce que su mueve su vida: El voluntariado, el canarismo y la docencia. Y con esos ejes llega a la política. Entiende que la política es otra forma de voluntariado, a la que se puede llegar con pretensiones oscuras, como hacen muchos, o también para entregarte en cuerpo y alma a mejorar la vida de tus conciudadanos. Y tiene su lógica: los recursos que aportamos a lo público tiene precisamente ese objeto. Se puede hacer voluntariado entregándote a una ONG como hizo ella siempre o entrando donde se corta el bacalao para reorientar recursos para destinos más eficientes socialmente, como ella quiere hacer ahora. Entiende también que la docencia le lleva a educar niños pero también a encontrarse con las situaciones familiares que viven y que no se atienden desde la administración. Y después está el acento con el que quiere afrontar ese reto. Y ella tiene claro que lo quiere hacer con el canarismo, un camino intermedio entre el nacionalismo y los partidos estatales, donde se incide en la defensa de lo canario y sus singularidades como objetivo.
Su discurso tiene un alto componente social. Habla como una maestra sin la grandilocuencia de los políticos al uso. Se fija en las pequeñas cosas y escapa de las relaciones de obras que tanto gustan al político local. Tampoco pierde mucho tiempo haciendo promesas. Dice que está en fase de escucha. Quiere oír a los vecinos, conocer sus necesidades y sus objetivos, y ayudarles desde donde ellos quieran ponerla en las próximas elecciones a conseguirlos.
Arminda está al frente de Nueva Canarias en Tías, territorio hasta ahora reservado a gobiernos encabezados por el PSOE y el PP. Pero está acostumbrada a luchar y a ver una salida donde otros creen que no la hay. Quiere intentarlo, está ilusionada y parece que sabe lo que quiere. Ahora depende de que conecte con sus vecinos y que vean en ella una alternativa a los dos partidos estatalistas que han hecho de Tías su fortín.
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