LA POLICIA CANARIA PROHÍBE QUE SUS AGENTES LLEVEN TATUAJES

Los agentes de la Policía Canaria tienen, al parecer, seis meses para borrar sus tatuajes, en el caso de que los tengan, o se enfrentarían a expedientes disciplinarios.

Sinceramente, no llegamos a entender la medida, más propia de otros tiempos donde parecía que solamente eran buenas personas los que iban con la línea marcada por el régimen. Todos los demás eran unos impresentables y despertaban desconfianza. Precisamente por los cambios de los tiempos, donde son muchos los jóvenes y no tan jóvenes que llevan sus tatuajes sin levantar la más mínima sospecha ni rechazo, como debe ser, sorprende más este interés en obligar a los funcionarios a quitarse estas marcas voluntarias que llevan en su cuerpo. Parecería más lógico que se preocuparan porque no tuvieran comportamientos xenófobos, que no abusaran de su posición, no pusieran multas injustas y cosas por el estilo. Pero, al parecer no, lo que preocupa es que lleven unos tatuajes en el cuerpo. Sinceramente, no lo entendemos en una policía civil, donde ya van perfectamente identificados con sus uniformes y demás.