HOMENAJE AL GRAN KIREN CUANDO PEOR ESTÁ LA LUCHA EN TÍAS

El Ayuntamiento de Tías anunció ayer que tributará un merecido reconocimiento al luchador Kiren González, actual puntal A del conjunto majorero Antigua, por ser el primer residente, formado en Lanzarote, que alcanza la máxima categoría de nuestro vernáculo deporte.

Una buena idea que reconoce el mérito y capacidad del deportista y que también se podría considerar un ejemplo de integración en las tradiciones canarias. Kiren es gallego, hijo de gallegos y nació en Galicia, en su capital, Santiago de Compostela. Vino para Lanzarote a los tres años de edad a residir a Tías, y aquí se interesó por la lucha canaria, aprendiendo a luchar en el club del pueblo. De aquí salió ya como un puntal a distintos equipos canarios hasta afincarse hace unos años en el Antigua, al que hizo campeón de Canarias el pasado año.

La parte negativa, al margen de que se hiciera la presentación el día que ni tan siquiera estaba presente el concejal de Deportes, Mame Fernández, que debe de seguir de vacaciones, como denuncia el concejal de CC, Amado Vizcaíno, es que la reinauguración del terrero “Ulpiano Rodríguez Pérez”, que renueva la techumbre, acto en el que se homenajeará a Kiren, llega cuando el equipo local más flojo está y menos luchadores locales tiene. No estaría de más que, aparte de homenajes, para sacarse la foto al lado de quienes hacen un esfuerzo tremendo para ser lo que son, se pusiera un poquito de interés en promocionar la lucha canaria en el municipio y no solo en tirar dinero público no se sabe en qué. Es una pena que en un pueblo que es una de las cunas de la lucha canaria en Lanzarote, el equipo se haya reducido a fichar luchadores de fuera, mientras los de dentro tienen que luchar en otros equipos, y la afición se haya reducido a medio centenar de incondicionales. El reconocimiento a Kiren es un gran acierto, pero no reconocer el abandono al que está sometido el deporte vernáculo en el municipio es una vergüenza. Son las dos caras de la misma moneda, el resultado del postureo interesado  y poco más.  ¿Por cierto, dónde quedaron aquellos espectaculares torneos de La Candelaria?