PUBLICIDAD

ÁNGEL DOMÍNGUEZ, LA CRÓNICA DE UN TRÁNSFUGA ANUNCIADO

Ayer, en su nombre y en el de su compañera Fátima Viñoly, el que fuera el candidato de CC en las dos últimas elecciones a la Alcaldía de Yaiza, manifestó la voluntad de ambos de quedarse en el grupo de gobierno y desobedecer la orden del partido.

Ángel, que había retrasado la decisión porque se prestó a esperar para ver qué le ofrecía su partido a cambio de irse, daba la impresión desde hace meses de estar de acuerdo con el alcalde Óscar Noda para desoír a CC y actuar como si fuera un concejal más de UPY. Tanto es así que durante este periodo siempre se ha posicionado a favor del alcalde y en contra de su partido en las disputas abiertas. Algunos, incluso, sostienen que se presentó a candidato para las próximas elecciones, cuando sabía que no tenía ninguna posibilidad frente a Emilio Machín, que le ganó la votación por la goleada de 26 a 4, para dar la sensación de división interna de CC en el municipio, aunque acabó demostrando que tiene menos predicamento en su partido que un cura en una mezquita.

El comportamiento de Ángel Domínguez de estos meses coincide al dedillo con el que recoge el manual del buen tránsfuga: no aparece por el partido, se dedica a criticar a sus compañeros, se pega al grupo duro de sus “nuevos padres políticos adoptantes” (la foto de Fitur es un gran ejemplo) y quiere hacernos creer a todos que es el partido el que tiene que respaldar lo que haga él sin consultar a nadie y no al revés”. Evidentemente, mientras hace eso, es aplaudido y jaleado por sus nuevos amigos de UPY, que le agradecen que ni tan siquiera vea que son ellos los que se acaban de cargar a UPY, dejando a la mayoría de los afiliados fuera, y provocando que se creara un nuevo partido, YAS, que representa una sangría para UPY y un riesgo cierto de poder perder la Alcaldía. Está claro que Ángel se queda por Yaiza, al más puro estilo del César romano que proclamaba “Roma soy yo”. Seguro que  si no estuvieran cobrando, tanto él como Fátima hubiesen actuado de la misma manera. No nos cabe la menor duda. Ángel y Fátima, qué nombres tan castos para esta nueva religión del transfuguismo que se instala con fuerza en Lanzarote. Eso sí, por el bien de Lanzarote. ¡Faltaría más!

Escribir un comentario

Código de seguridad
Refescar