LA “CARA” DE JONÁS

El concejal de Primero Teguise, Jonás Álvarez, en su afán de ganar protagonismo sin abandonar la demagogia, hipocresía y falta de ética que le caracteriza en su forma de hacer política, ha sacado una nota de prensa para criticar la incorporación del concejal de Vox al grupo de gobierno de Teguise que es una exhibición de sus conocidas contradicciones y ausencia de vergüenza. 

En una nota que recomendamos leer a nuestros lectores, y que publicamos en la sección de Lanzarote (todavía no tenemos una sección específica para arrogancias y disparates), lo mismo critica lo poco de Vox que es el concejal Ginés González (que se ha mantenido al margen de las peticiones homofóbicas y machistas de algunos de su partido en otras corporaciones) que la vergüenza que significa que CC y PP le meta en el gobierno. Incluso barrunta que Ginés acabará abandonando Vox para afiliarse a CC. Y acabáramos con los miedos del “perfecto y serio” afiliado que ha sido siempre Jonás.

Para el que no se acuerde, con Jonás, que fue el “Primero de Teguise” en hacer un partido estando afiliado todavía en otro,  no se cuenta en el pacto de gobierno de Teguise, firmado por CC y PP, porque el hombre fue expulsado del PP por inscribir su nuevo partido siendo afiliado y concejal todavía del PP a finales del pasado mandato. Jonás no solo no abandonó el acta de concejal del PP si no que se mantuvo en el Ayuntamiento, contra la voluntad del PP, haciéndose pasar por el portavoz de ese partido, y negándose a ceder la portavocía a sus excompañeros del PP. No contento con eso, el “Primero Teguise” pidió el voto en la campaña electoral al Cabildo y al Parlamento de Canarias para Nueva Canarias y Jonás es conocido en la política insular por no decir la verdad ni equivocándose. Además, ya que se ve que lo de la ética no es lo de él, que cuide un poco mejor la estética. Aunque se sabe que la caligrafía no hace al escritor, la ortografía sí ayuda un poquito. En su nota simplificaba diciendo: “¡Qué disparate!”. Pues se puede aplicar el cuento y empezar a coger un poco de seriedad. ¡Qué disparate!