¿DÓNDE QUEDARON AQUELLOS AÑOS DEL “NO A LA GUERRA” MIENTRAS ASESINAN A MÁS DE 10.000 NIÑOS EN PALESTINA?

No siempre tiempos pasados fueron mejores. ¡Qué va, ni hablar! Pero hay cosas ante las que a uno le entra la nostalgia. A principios de este siglo, cuando Aznar formaba parte del “trío” de las Azores y se fueron a la guerra a Irak en busca de armas de destrucción masiva, que nunca aparecieron, en respuesta a los atentados de las Torres Gemelas, los socialistas de esta isla convocaban manifestaciones al grito del “No a la guerra” y cosas similares, cantadas hasta por profesionales de la canción traídos expresamente para ello.

Ahora, cuando estamos viviendo una de las exhibiciones más obscenas, crueles y abusivas de un pueblo sobre otro que mantiene maniatado mientras lo bombardea  indiscriminadamente, pero de forma muy criminal, la única manifestación organizada en Lanzarote ha tenido que ser a iniciativa de ciudadanas y ciudadanos a título personal. Se acabó la sensibilidad y el liderazgo político también en esto. ¿Quién puede defender derechos si no defiende la vida? ¿Si no se opone al bombardeo de ciudades masificadas con el resultado de más de 24.000 civiles muertos, 10.000 menores de edad?

Las personas convocantes invitan a la población a sumarse a un nuevo acto de repulsa, impulsado a nivel mundial, que tendrá lugar el próximo sábado, 20 de enero a las 12 horas en el parque Ramírez Cerdá, frente a la UNED. Una oportunidad para manifestar nuestro rechazo colectivo a esa guerra que derrama la sangre de miles de inocente para saciar la sed de venganza. Hasta en la guerra hay leyes y principios que cumplir. Prescindir de ello, nos reduce a bestias. Y no oponernos, también.

Según reza el manifiesto leído el pasado sábado “No se puede responder a un terrorismo con otro terrorismo mil veces peor: es genocidio. Israel lleva 50 años sin acatar las leyes internacionales, quitándole cada día más territorio al pueblo palestino”. Y, ahora, la vida de forma indiscriminada. Sin razón y con saña.