NO SE PUEDE TRAER TURISTAS DE EXPERIENCIA Y NO PONER LOS MEDIOS NECESARIOS

Desgraciadamente, la improvisación y las ocurrencias se han instalado en las decisiones públicas como principal aporte. También en la estrategia turística. Aquí se decide de la noche a la mañana aseverar que somos un destino incomparable para practicar ciclismo o moverse con bicicleta por la isla. La realidad, después, es que no tenemos ni una vía preparada adecuadamente para la convivencia tranquila entre coches y bicicletas y los carriles bici están todavía pendientes de ejecutarse en su gran medida. Así te encuentras todos los días situaciones de conflictos en las carreteras, cuando no de riesgo de accidente.

Lo mismo pasa con la promoción del turismo de naturaleza. Se anuncia a bombo y platillo la singularidad de nuestro paisaje lunar y el gustazo que es desplazarse por estos parajes haciendo senderismo, pero se les olvida adecuar los senderos, ponerle la correspondiente señalización y vigilancia para evitar el deterioro del territorio, que tiene niveles de protección medioambiental. Después se quejan de que algunos desalmados se suban a las bombas volcánicas, se salgan de senderos o acaben subiendo montañas a su gusto. Se improvisa con todo, poniendo por delante la caja de algunos a la protección del territorio, seguridad y tranquilidad. Lo mismo pasa con los polvorientos y “destrozacaminos” quad. Todo el mundo se queja de que no aportan nada al turismo en Lanzarote pero ellos siguen con su “experiencia” para disfrute de los que nos visitan y de quienes les cobran. Son cosas tan evidentes, que sorprende que haya que estar diciéndoselo todos los días.