A ESTE “LORITO” TAN VALENTÓN/VALENTÍN YA SE LE HA VISTO LA ETIQUETA DEL ALPISTE

Sorprende el entusiasmo con el que defiende todo lo que huele a Oswaldo y su equipo de gobierno. Oswaldo, para él, lo hace todo entre bien y mejor. Para su gusto y valoración “periodística”, todo siempre gira entre la perfección del grupo de gobierno y la vergüenza de la oposición socialista. Nadie podría imaginarse que se trata de la misma persona que comía por la cercanía que tenía al PSOE en aquellos tiempos de la isla en la que, con supervisión de otro leal socialista, ponía en negro sobre blanco, una semana sí y la siguiente también,  el historial empresarial y presuntamente delictivo del empresario para el que trabaja ahora de forma tan entregada como rastrera.

Pero todo tiene su explicación en la viña del señor. Y también en la cueva de Ali Baba. El querido valentón/valentín no estaba haciendo sus valoraciones como un periodista más. No se trataba simplemente de su opinión. Es que el chico cobra 8.500 euros del Cabildo (hemos podido ver la dichosa resolución de Presidencia, de este mismo año, con su propio nombre y sus dos apellidos) para prestar servicios al Gabinete de Prensa del Cabildo que preside el ínclito Oswaldo Betancort. En fin, que cuando todos creemos que está haciendo periodismo, dando su opinión independiente, lo que está haciendo es propaganda. Propaganda que, suponemos, tendrá que ver mucho con esas 8.500 razones que se le facilita de dinero público.

Ahora la cosa se va entendiendo. ¿La cuestión no es informar adecuadamente sino atender a los requerimientos del servicio del Gabinete de Prensa? En fin, razón tiene la gente de desconfiar de los servidores mediáticos. Y razón tienen también los que piensan que el ejército de periodistas y medios al servicio del Cabildo no tiene límite. Y seguro que la próxima semana suben otro chaplón para ya estar todos. Y seguramente sea el mismo chaplón que Oswaldo se volvió loco en bajar nada más llegó de alcalde a Teguise. Dicen que los políticos, cuando tienen dificultades, lo primero que intentan es “matar” al mensajero. En Lanzarote, al parecer, antes le intentan comprar el alpiste a los loritos. Que hablen a nuestro favor, aunque sea a cambio de unos miles de euros. ¡Qué más da, el dinero público no es de nadie!