DOROTEA DE ARMAS, LA CERAMISTA QUE CREÓ LOS “NOVIOS DEL MOJÓN”, DEBERÍA SER LA PRIMERA HIJA PREDILECTA DE LANZAROTE

Días atrás se publicaba en el Boletín Oficial de la Provincia de Las Palmas, el anuncio por el que el Cabildo de Lanzarote abre oficialmente el período de veinte días destinado a la presentación de las propuestas de Honores y Distinciones para la anualidad 2024, debiendo acompañarse cada expediente con los informes que acrediten el merecimiento que protagoniza cada candidatura. Entre esos honores, están los nombramientos de Hijos Predilectos y Adoptivos de Lanzarote, la máxima distinción de la isla.  

Lanzarote, el Cabildo, solo ha nombrado hasta ahora hijos predilectos y adoptivos sin que se haya reconocido con semejante honor y distinción a ninguna mujer. Ya hemos manifestado en otras ocasiones, en ese sentido, que sorprende que no se tuviera en cuenta a la enorme ceramista lanzaroteña Dorotea de Armas Curbelo en cuenta para semejante honor. Dorotea, la de Muñique, se recorrió el siglo veinte casi completo, nació en 1899 y murió en 1997, aprendiendo primero de su madre su trabajo de artesana y siendo después maestra de maestros artesanos. Sus espectaculares “Novios del Mojón”, claro tributo a la fecundidad, encandilaban a cualquiera y se convirtieron en seña de identidad de nuestra artesanía y de nuestra isla.

Dorotea surfeó el siglo veinte mostrando su ingenio, destreza y tesón con las manos siempre metidas en la masa, de la que salían impresionantes homenajes a hombres y mujeres dispuestos a procrear. Fue una incuestionable número uno. ¿Pero tendrá que esperar a que se acuerden de ella estos imberbes e indocumentados políticos para que le pongan en letras de molde lo que ella ha sido siempre: una hija predilecta de este terruño nuestro? Me gustaría pensar que alguno o alguna de las que tienen potestad para presentar candidaturas al nombramiento se acuerden de ella y que los consejeros, por unanimidad si es posible, aprueben ese primer nombramiento. En una sociedad que se precie de justicia social e igualdad debe haber tantas hijas predilectas y adoptivas como hijos predilectos y adoptivos. Y Dorotea es una muy buena elección para empezar a poner en valor esa igualdad entre hombres y mujeres también entre los Honores y Distinciones.