¿OTRA VEZ DE VIAJE A ESTADOS UNIDOS CON EL CUENTO DEL SABOREA Y SUCEDÁNEOS?
- J.B.C.
Está claro que el dinero público no se valora nada. Se lo gastan como si nunca se fuera a acabar, como si no se pudiera hacer con él miles de cosas a favor del conjunto de la sociedad.
Nos chivan que ya hay unos cuantos del Cabildo, ya diremos cuántos y quiénes cuando se tramite la documentación correspondiente, preparando la maleta para irse a Estados Unidos con todos los gastos pagados, dietas y ausencia en sus correspondientes puestos de trabajo, a cuenta de esos dichosos Saboreas, Worldconic y no sé qué más nombres, que se inventan para viajar y cobrar dietas de la forma más fácil y disfrutona del mundo con el cuento de la gastronomía.
Hasta ahora, los únicos americanos que se han visto por aquí son los que precisamente traen ellos para estos intercambios gratis total (¡paga el Cabildo!). Y si alguno viene, son de los que están en las bases americanas en España, cuerpo diplomático, deportistas fichados por equipos españoles y cuestiones parecidas, que en absoluto participan en estas “merendolas” de espabilados allende de los mares. Aunque decían que el Saborea tenía como propósito darle salida a la producción local del sector primario, las únicas salidas que se contabilizan por miles de euros son las de ciertos funcionarios y políticos al extranjero. Por el campo, ni se les ve.
¿En algún momento, algún político de la oposición se va a atrever a pedir las cuentas detalladas de los gastos que se hacen en promoción económica, especialmente en los gastos de dietas, comidas, estancias, a quién se contrata y parecidas o es que todos están mamando del mismo bote? Por aquí sabemos de uno que ni en sus mejores tiempos soñó que en una administración pública se pudiera cobrar la que cobra y gastar lo que gasta sin que nadie diga nada. Dicen que dice que, si se le guarda el sitio al político de turno, no solo no ponen pegas sino que animan a seguir gastando. De hecho, dicen que ahora están más “gastones” que nunca. Pues nada, “good travel” y no bajen ese ritmo de gasto que esto es Jauja.
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