¿POPULISMO O RACISMO DE ECHEDEY?
- J.B.C.
Una ola de extremismo recorre toda Europa y se afianza en los planteamientos de extrema derecha. Cada vez son más los países en los que se consolidan las propuestas de extrema derecha ante la incapacidad de los partidos tradicionales de dar respuesta al malestar de los ciudadanos. Se han instalado nuevos miedos y los mensajes y comportamientos racistas abundan en unos momentos donde los movimientos migratorios se han acentuado. En Canarias, también.
En este ambiente, no es extraño que distintos partidos tradicionales hayan hecho suyos mensajes que hasta ahora denostaban. Y en medio de todo esto, apareció el apasionado nacionalista Echedey Eugenio en una tertulia diciendo aquello de que esos compartirán colegio con sus hijos y sus nietos, en forma de reproche. No queda la menor duda de que el mensaje es claramente racista. ¿O tiene otro sentido esa afirmación que manifestar la diferencia que hay entre nuestros hijos y nietos y esos chicos que nos llegan del continente? Está claro lo que dijo Echedey y lo que significa lo que dijo. Por ese lado, no hay la menor duda. Y negarlo solo significa acentuarlo y agravar el problema.
¿Quiere eso decir que Echedey sea racista? No necesariamente. Aunque no quepa la menor duda que sus manifestaciones sí lo son. En realidad, Echedey, lo que es ahora y ha sido siempre, es un destacado provocador político, que no evita el debate, al que se suma de forma apasionada, vehemente. Él sabe que ese mensaje suyo concuerda con el que oye en muchos bares de los barrios de Arrecife, público al que quiere captar para su principal causa vital, ser alcalde de Arrecife. Que hay mucho miedo y que hay muchos que lo están usando para subir electoralmente. Y Echedey quiso usarlo creyendo que no iba a tener más recorrido mediático que el de la propia tertulia y que iba a circular como la pólvora por bares, tascas y recovas de Arrecife poniéndole a él como el gran defensor de la “pura raza” del mestizaje lanzaroteño. Y se equivocó. Aunque nunca se sabe si, finalmente, tanto revuelo mediático no le vendrá mejor para su causa de ser alcalde de Arrecife que tanta fiesta y conciertos. Aunque, eso sí, podría ser el alcalde “más Meloni” que ha tenido Lanzarote.
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