¿LE HA PEDIDO ASTRID A SU “RED DE ALIMAÑAS MEDIÁTICAS” QUE LE PREPAREN EL TERRENO PARA QUITARLE A JACOBO OBRAS PÚBLICAS?
- J.B.C.
Algún día, más pronto que tarde, me imagino que se sabrá exactamente cuánto le ha costado al Parlamento de Canarias que medios de comunicación de Lanzarote hayan cerrado filas en torno a Astrid Pérez para darle cobertura en su enésima escabechina política. La presidenta insular del PP, en un “ataque de celos políticos” de los que acostumbra a escenificar cada cierto tiempo, coincidiendo cuando destaca algún miembro de su organización, ha descargado toda su ira política en su segundo de a bordo, utilizando rumores sin fundamento ni sustento que no se saben de dónde salen ni de qué se trata, aunque todos intuyen quién está detrás, ataca con saña a Jacobo Medina, al que primero dejó sin Vicepresidencia del Cabildo, luego sin secretaria insular del partido y, ahora, sus súbditos mediáticos empiezan adelantar que le quitará también la Consejería de Obras Públicas estos días.
Está claro que la jugada tiene como único propósito obligar a Medina a abandonar el PP y así el partido seguirá siendo de ella y solo de ella.
Lo sorprendente del caso, tanto de Astrid como de sus secuaces, es que quieren hacer entender a la población que hay que cargarse al consejero por rumores infundados mientras, a la vez, hay que confiar en el jefe de la Oficina técnica del Cabildo que ya fue condenado, previa confesión, por el delito de “aprovechamiento de información privilegiada”. Seguro que no tiene nada que ver que uno sea un político en ascenso en el PP y el otro el marido de Astrid Pérez.
Sorprende que en el Cabildo en el que la Jefa de Presidencia es una inhabilitada por corrupción, en pleno cumplimiento de su condena todavía, se quiera apartar a alguien por unos rumores interesados. Y lo que es peor, que la sustituta, la actual vicepresidenta tenga como “mejor amiga” a esa condenada inhabilitada, que es de otro partido, mientras le hace el vacío a su propio compañero, injustamente maltratado mientras no se demuestre lo contrario.
La vileza político mediática está llegando a niveles enfermizos. Los/ las hay que confunden rivalidad política interna con “masacre total” de los compañeros. Y lo más difícil de entender es que el PP, a nivel regional, permita esa exhibición de despotismo tan poco ilustrado. Pero, en fin, será que el PP es también derecha de la extrema.