Nació con estrella
- MANUEL GARCÍA DÉNIZ
Candidatos de CC versus Dolores Corujo (PSOE), ventajas y desventajas (IV)
“Nació con estrella. Oswaldo Betancort nació con estrella”, me repite la gente q le conoce desde hace mucho tiempo. No me dicen nada concreto pero sí me recalcan que “de qué otra manera se puede explicar el éxito que ha tenido sin poseer ningún don ni habilidad especiales”. Aunque ellos no me lo dicen, me imagino que se refieran a la “potra” que tuvo al desembarcar en política y mantenerse en el poder desde el primer día hasta ahora. Todos esos días de concejal del gobierno y los 12 años de alcalde de Teguise que va a cumplir en unos meses.
Oswaldo tiene muchas probabilidades (a priori, el que más) para convertirse en el candidato de CC a la Presidencia del Cabildo de Lanzarote. Y eso, a pesar de tener el principal comité, el de Arrecife, mayoritariamente en contra y el de Tinajo, que se volcará en defender esa candidatura para la hija del buen Jesús, líder histórico y presente del partido por estas tierras del noroeste de Lanzarote. Oswaldo ni tiene la fuerza de Sanginés ni significa un cambio de rumbo tan claramente como Migdalia. Él no tiene más ataduras que sus propios objetivos y se despierta, temprano, convencido de que si no se levantara él se acabaría, irremediablemente, el mundo.
Oswaldo Betancort García (Tahíche, 45 años) se encuentra en una de esas encrucijadas en el que se le aparece la estrella o se esfuma. Después de tres mandatos de alcalde y con competidores internos sin poder institucional, es el momento de aspirar a ser presidente del Cabildo. Además, la curva de apoyos en Teguise apunta ya hacia abajo y no garantiza nada bueno en Teguise. Así que está en medio de una actividad frenética interna para asegurarse los apoyos necesarios para mirar a Dolores Corujo (San Bartolomé, 45 años) de frente y echarle un discurso y todas las culpas de aquí hasta el día final de las próximas elecciones de mayo de 2023. No está nada fácil la batalla interna para hacerse con la candidatura, aunque todo apunta a que puede salir triunfador, por los pelos, y por la influencia de su estrella divina. Pero el combate contra Dolores para desplazarla y apoderarse del sillón será duro, muy duro. Aunque nadie duda que, después de las elecciones, si pierde no tendría ningún problema en entablar negociaciones con la rival para salvar los muebles y seguir en el gobierno, aunque sea de vicepresidente. En eso, Oswaldo es más Migdalia que Pedro.
A priori, Dolores es superior a Oswaldo en todo lo necesario en una campaña. Es mejor oradora, escenifica mejor y tiene una experiencia política más intensa a pesar de que casi llevan el mismo tiempo en política. Lo único que podría favorecer al candidato frente a quien tienen mando en plaza es precisamente eso, que a una ya la conocen gobernando el Cabildo y el otro se puede inventar un papel más cercano a lo que quieren los electores. También tiene otro hándicap, Dolores tiene el partido volcado en sus propósitos y él tiene a su organización partida intentando que la candidata sea su secretaria insular, que seguirá siéndolo y acompañada por su secretario organización, Echedey Eugenio, con el que no esconde que no tiene una buena relación. Además, Dolores tiene a su mentor, curtido en mil batallas y que tiene la conspiración permanente como juego de mesa. El, en cambio, si tiene el presupuesto necesario, tendrá que conformarse con tirar de apoyo externo al partido para atender las exigencias y contratiempos de la campaña.
Sí tiene la suerte, y eso debe ser fruto también de haber nacido con estrella, de tener a su lado a una amiga que es como una hermana para él, la exalcaldesa de Yaiza, que seguro q le dará más de un consejo para que remonte el vuelo y supere a Dolores, aunque ellas dos son también son grandes amigas, aunque sin llegar al nivel relacional que ha tejido Oswaldo con Gladys y su marido Blas desde que eran estudiantes en la Universidad de Las Palmas. Han pasado muchos años de aquello y lejos de romperse, ese lazo se mantiene firme y promete seguir así contra viento y marea. La primera batalla, la interna la tiene media encarrilada, aunque le pueda costar la cabeza de lista al parlamento, sin perder estar en un puesto seguro en la misma. Oswaldo sabe que vuelve a estar en una encrucijada, o gana y suma y sigue, o pierde en la primera y tendrá que ir pensando en otra cosa porque coalición Canaria se le hará irrespirable. Tiempo al tiempo.
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