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Bizarrap para los viudos del poder

 En la democracia representativa, nos topamos con empresarios acaudalados y políticos retirados, hay quienes poseen ambos roles, que pretenden estar o mantenerse en distintos niveles del poder, como sea y al todo vale, a través de terceros; es como vivir en cuerpo ajeno para estar sin que se note moviendo hilos de marionetas, aunque  suele ser más que evidente quién es el titiritero o titiritera del “político” de turno.

Además de ser un problema ético que enmaraña y altera la voluntad de los votantes que eligen un candidato (a) sin saber realmente qué persona, personas u organizaciones están detrás o los verdaderos intereses que representa, crea  desconfianza en el sistema y pone serios interrogantes en la calidad de la política, desprestigiada por la calidad de algunos políticos sin moral, sin preparación y sin iniciativa para formarse. El nivel en términos generales es bajísimo.

Es cierto que quien quiera  y tenga el respaldo de una organización política puede aspirar legítimamente a ostentar la representación ciudadana en una institución pública, pero las administraciones públicas, como las entidades privadas, cada día tienen mayores retos, se enfrentan a problemas más complejos y manejan presupuestos millonarios, dinero público, que demandan mucho más que supuestas buenas voluntades y candidatos parlanchines, las instituciones necesitan perfiles más profesionales.

Si las empresas privadas buscan personas que respondan a un alto nivel de exigencia y den resultados de gestión, los ciudadanos asimismo deberíamos preocuparnos más por identificar y elegir gente inteligente, cualificada y con habilidades para liderar las administraciones encargadas de la no  fácil tarea de mejorar el bienestar común atendiendo diversidad de frentes y sensibilidades.

Apunta el catedrático español Manuel Alcántara Sáez, profesor emérito de la Universidad de Salamanca e investigador de  temas relativos a la democracia, calidad de los políticos, profesionalización y formación, que “solo muy recientemente  la inquietud de los estudiosos está girando hacia la necesaria relación entre la calidad de la democracia y la de los políticos”, políticos que no podemos apartar de las formaciones a las que pertenecen ni de los cuadros que la dirigen.

El asunto es delicado porque una cosa es ser competitivo o medianamente competitivo en procesos electorales, donde en gran medida se pretenden satisfacer expectativas, y otra bien distinta son las destrezas para desarrollar las tareas de gobierno u oposición, y la práctica y los hechos nos demuestran que hay “políticos” que no sirven ni para una ni para otra.

El profesor Alcántara propone mirar a la mezcla de talento y experiencia en la búsqueda de mayor competencia política. Defiende que el político de calidad realice su actividad a tiempo completo, posea el mayor talento posible y goce de experiencia. ¿Será que es muy difícil buscar personas inteligentes, con ganas de servir, y formadas? O ¿ponemos de alcalde, alcaldesa o presidente de una región o país a cualquier incompetente?. “La entrada en política, tanto por la vía electoral como por la de la designación permite, no obstante, evadir la satisfacción por parte del político de alguno (o todos) de los requisitos de calidad”.

Y precisamente, como no existe un concurso reglado de méritos, “que chocaría con el derecho universal de cualquier individuo a ser candidato”, la decisión ciudadana es determinante para intentar conseguir el objetivo de una buena gestión de las instituciones.

Tenemos el derecho a mirar el currículo del candidato o candidata. Hacerlo público es un gesto de transparencia para que podamos confrontar sus estudios y trayectoria en el sentido más amplio de la palabra. Aparte, podemos ser testigos de la exposición pública del candidato cuando participa de debates frente a adversarios políticos o coloquios con agentes sociales, donde muchos quedan retratados por desconocimiento de la realidad y del manejo de las instituciones. El político además, agrega el experto, “debe tener la capacidad de establecer vínculos con el mundo externo de técnicos e intelectuales”. Invito a Bizarrap para que haga su Sessions #54 con los viudos del poder y los profanos de la política, creo que hay pólvora suficiente.

 

Comentarios  

#1 Antonio 06-02-2023 21:55
Contando algunas excepciones pero siendo honorables, el resto los pueden meter en las pateras que hay por toda la costa, y en los depósitos municpales que hayan podido guardar , y llevarse fuera de aquí.. Claro es, que dicha "familia política", esa que dice por el pueblo pero sin el pueblo no dice nada y sigue llenando lineas de papel, lineas del lenguaje informático... "para plasmar todo lo maravilloso de ellos"
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