La lucha canaria entra en campaña
Nos esperan batallas electorales reñidas (XI)
- Escrito por MANUEL GARCÍA DÉNIZ
En las últimas semanas hemos visto algo recurrente y vergonzante al mismo tiempo. Recurrente porque hemos visto largas colas en el Timanfaya; y vergonzante porque hemos visto y oído a Pedro San Ginés, dar lecciones de gestión sobre los CACT. Y no he podido más que escribir este artículo ante la falta de memoria de un hombre que no conoce la vergüenza, ni tiene sentido del ridículo.
El fin de semana se celebró una convención de municipios en Valencia en la que se determinaron las líneas políticas municipales a seguir en toda España.
Siempre he creído que reconocer los errores es la única forma de empezar a corregirlos y, más allá de una reflexión, he acabado convirtiendo esta idea en una filosofía de trabajo que creo que siempre da buenos resultados.
La impresión de abandono del IES Pancho Lasso de Arrecife se ha ido acrecentando en los últimos años. No hay derecho a que este centro familiar en Lanzarote sufra esta dejadez por parte de los responsables correspondientes.
En mi niñez descubrí un personaje pintoresco que merodeaba el edificio de la Alcaldía de Barranquilla, la Gobernación del Atlántico y otras administraciones públicas. De poca estatura, siempre vestido de traje, a pesar del cipote calor de más de 30 grados y el altísimo porcentaje de humedad del Caribe colombiano, a veces trajeado con colores vivos que rozaban la extravagancia, con corbata o corbatín, pajarita que llaman en España, y de zapatos de punta fina. Y pregunta obligada a mis viejos: ¿quién es? Con respuesta inmediata: Claudio Urruchurto, fue concejal de Barranquilla.
Recordando un tour que hice hace unos años con la guagua que hace el recorrido por el interior de Timanfaya, y por las últimas noticias que se han publicado sobre como eliminar las colas de automóviles con turistas que esperan para entrar a dicho paraje.
En el sector primario hay quienes afirman: "lo mejor será pasarle una pala mecánica y construirlo de nuevo". Y no les falta algo de razón a tenor del estado que presenta muchas de las naves en sus estructuras, paredes y techos.