UNA ESCULTURA PARA LA MEJOR ARTESANA DE LANZAROTE
- TELODIGOYO
La ceramista Dorotea de Armas Curbelo murió en 1997 después de casi toda su vida volcada en la artesanía.
Había nacido en 1899, en el caserío de Las Montañetas, en Tinajo. En sus 98 años de vida, le dio tiempo para hacer muchas cosas. Pero, sobre todo, para aprender como nadie y enseñar igual de bien el trabajo del barro, de donde sacaba espectaculares “Novios del Mojón” con atributos sexuales que ya quisiera para sí “el negro del whatsaap”. Eran un tributo a la fertilidad. Impresionantes, de hombres y mujeres, que podrían ser cualquier cosa menos asexuados. También enseñó su saber a mucha gente. Tuvo como alumno aventajado al propio Juan Brito, hijo predilecto de Lanzarote, entre otras cosas, por las figuras aborígenes que hizo con la técnica que aprendió de esta artesana que también vivió en Muñique.
Nadie que la conociera a ella, o sus creaciones, duda de la calidad y trascendencia que tuvo esta artesana, la mejor, en Lanzarote. Pero sus parientes, sus nietos, parece que son los únicos que están dispuestos a poner una escultura de su persona, en el municipio que la vio nacer, en Tinajo. Ellos quieren que haya una escultura de una persona tan señera en la isla, que fue familiar suyo. Una mujer que supo sobresalir en un mundo rural y de hombres amasando cuerpos, venerando la fertilidad, estirando la feminidad y la masculinidad más fértiles, hermosas y grandes de la isla. Están tardando mucho el Cabildo y el Ayuntamiento de Tinajo en sumarse a este propósito. Y hasta poco me parece, más si tenemos en cuenta que un alumno suyo, tan longevo como ella, alcanzó incluso la condición de Hijo Predilecto. Esperemos que se haga justicia con esta mujer.
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