DE HÉROES Y VILLANOS, DE FUNCIONARIOS RICOS Y FUNCIONARIOS POBRES
- TELODIGOYO
Los policías de Tías tienen muchas razones para estar cabreados. La primera, y fundamental, es que tienen que hacer el trabajo que deberían desarrollar muchos funcionarios y lo están haciendo ellos sin que ni siquiera les quieran pagar las horas extras. Además se les quiere criminalizar a ellos porque los políticos de turno no cumplieran con su obligación y no llevaran a pleno y al Boletín un acuerdo alcanzado en la mesa de negociación y que el propio ayuntamiento, con la aquiescencia de estos políticos, ha venido ejecutando, sin novedad, ni variación a lo largo de todo el tiempo transcurrido desde la firma del mismo.
Y, para nosotros, tienen otra razón de peso para manifestar su malestar. Se trata de la discriminación. Los mismos políticos que hablan de mantener la paz social y la discusión laboral dentro de la corporación han permitido la filtración de un informe para interpretarlo ad hoc con el objeto de criminalizarles. Y, curiosamente, son los mismos políticos de partidos que no han dicho “ni pío” cuando se supo que el Cabildo había pagado más de un millón y medio de euros a un trabajador que no había acudido a su puesto de trabajo durante 26 años. ¡Una sola persona, y por no ir a trabajar cobra más de 1,5 millones de euros, sin que medie ninguna autorización documental expresa que permita a este trabajador dedicar su jornada a la Fundación César Manrique! El mismo partido del alcalde de Tías no ha dicho todavía ni pío, la presidenta del Cabildo, de ese mismo partido, no ha reclamado cantidad alguna, ni ha recriminado nada.
En cambio, permiten que se filtre un documento y pretenden criminalizar a unos policías locales que cobran sus horas extras por trabajarlas. Y además se quiere ver como un mal, que el ayuntamiento necesite policías, y como no es capaz de sacar plazas nuevas, y se le jubilan cinco policías este año y cuatro están enfermos, que haya agentes que se presenten a horas extraordinarias. ¿Y si no hacen horas extras, cómo se cubre el servicio? Y si la mayoría de la plantilla ya está cansada de hacer horas extras, o prefiere quedarse con su familia los días de fiestas municipales o eventos, ¿se criminaliza que uno o dos hagan muchas horas extras, a petición de la jefatura, para garantizar el servicio, dejando su familia y su descanso de lado? El mundo al revés, en lugar de considerarlo un héroe, lo quieren tachar de pesetero.
En fin, para unos tan exigentes y para otros tan generosos. Lo de siempre: hombre rico, hombre pobre; funcionario pobre, funcionario rico. Castigo para los que trabajan, aplausos para los que no aparecen por el trabajo si son amigos. En fin, todo se acabaría si cubrieran las plazas necesarias de la policía y se dejaran de tantos enchufados en puestos políticos.
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