LOS MEJORES SANGINELES DE ESTE SIGLO

Siempre hay una oportunidad para soñar.

 Esta entrada en el nuevo mandato político en el Ayuntamiento de Arrecife nada tiene que ver con el inicio del pasado mandato. Tampoco los Sangineles de este año con los de hace cuatro años, donde teniendo el apoyo del Cabildo también, los miembros del pacto PSOE-PP no fueron capaces de hacer unas fiestas atractivas, a pesar de haberse gastado más de un millón de euros. Dijeron que se les vinieron encima las fiestas, recién llegados al Ayuntamiento, a pesar de que la socialista concejala de Fiestas recibía la herencia de cuatro años de gobierno socialista y de su cabeza de lista Eva de Anta. Esa es otra prueba de que la herencia de cuatros años de alcaldía del PP y la de la cabeza de lista del alcalde Yonathan de León es mejor que aquella otra. Ni punto de comparación lo que se sufrió en aquel agosto de 2019 con lo que se ha disfrutado en este de 2023 en Arrecife.

Y en eso también ha tenido mucho que ver la apuesta personal de Echedey Eugenio. Se quitó de arriba rápido esa sensación de derrota electoral, al bajar de 9 a 7 concejales, y de pasar de ser el más votado a ser el tercero del top 4 de partidos con representación municipal, y se puso el mono de trabajo y demostró que sabe organizar unas fiestas como nadie. Además, se ha conjurado con el nuevo alcalde para, entre ambos, afrontar las necesidades de Arrecife. Si son capaces de mantener el ritmo y la complicidad actual durante todo el mandato, Arrecife cambia para bien.

Las fiestas, con ese pregón espectacular de Rosana, con la recova convertida en un espacio de tradición ventorrillera, con la vuelta de la luchada a las fiestas, con conciertos multitudinarios, con variadas actividades culturales y deportivas y con El Reducto y el Charco convertidos en polos de atracción, han ilusionado a muchos. Pero solo debe ser el principio.

Los Sangineles tienen que servir para dinamizar Arrecife durante todo el mes de agosto, mes central del verano, donde la isla está llena hasta los topes de turistas y de jóvenes que vuelven a casa de vacaciones de estudios para sumergirse con alegría en su isla. Antes, las fiestas atraían a todos nuestros costeros, ahora tiene que ser un atractivo para todos los lanzaroteños que trabaje o estudien fuera, la excusa perfecta para atracar sus emociones al litoral de Arrecife.

Las fiestas han sido un acierto. Se han hecho bien. Y son una puerta a la esperanza de un Arrecife que lleva años pidiendo más protagonismo. Y cuando las cosas se hacen bien hay que felicitar a sus responsables, a los mismos que ponemos a parir cuando salen mal. Nuestra enhorabuena queda aquí escrita en nombre del concejal de Festejos, el nacionalista Echedey Eugenio y el alcalde popular Yonathan de León. Seguro que ellos la hacen extensible a todo su equipo, a todos sus colaboradores, empresas colaboradoras y trabajadores públicos que han trabajado a su lado. Pues que así sea, y que no se quede solo en esto.