¿QUIERE REALMENTE EL CONSEJERO JIMÉNEZ PONERNOS UN SERVICIO DE GUAGUAS DE CALIDAD?
- J.B.C.
En la última remodelación del gobierno insular, el presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, puso al frente de la Consejería de Transporte a su buen amigo y consejero de Recursos Humanos, Miguel Ángel Jiménez, que fue su mano derecha en el Ayuntamiento de Teguise en sus 12 años de alcalde, y se la quitó a Domingo Cejas, que parece que estaba más interesado en decir lo bien que estaba el servicio que en preparar un buen pliego para relanzarlo para que deje de ser el peor de Canarias.
Miguel Ángel Jiménez no tiene un pelo de tonto, tiene experiencia política y económica para afrontar este reto y sabe cuáles son los hándicaps que tiene que superar para darle a Lanzarote el transporte de guaguas que se merece. Es consciente que es su principal tarea, al margen de las disquisiciones que se puedan dar en el taxi, por ejemplo, un problema menor, comparado con el déficit secular del transporte colectivo de Lanzarote, siempre en las manos de la misma empresa e incapaz de dar una respuesta a la creciente demanda, creando nuevas rutas, más frecuencias y mejor servicio. Es consciente también de que no se podrá hablar en Lanzarote de un desarrollo sostenible y de una descarbonización real hasta que la isla no cuente con un transporte público que sea una verdadera alternativa al uso del vehículo personal o de alquiler para moverse por la isla y que garantice una movilidad ágil de residentes y turistas.
Mientras Miguel Ángel está en sus primeros días de consejero, haciéndose una idea de qué va la cosa, hay cerca de 300 millones de euros esperando para lucrar a la futura concesionaria del servicio durante unos 15 años. Se dice fácil, pero será el mayor contrato de la historia del Cabildo, un suculento contrato que debe servir para dotarnos del soñado transporte público y no sólo para hacer más ricos a los concesionarios que se hagan con la adjudicación. Es una responsabilidad tan grande como bonita. Si se pone un transporte eficaz, que atienda las necesidades, será una herramienta imprescindible para el desarrollo sostenible de la isla, mejorar la calidad de vida de los residentes y desahogar las familias tanto económicamente como socialmente, disminuyendo los gastos en movilidad y aliviando a los padres de la obligación de ser los chóferes de sus hijos adolescentes, que podrán ir a sus actividades en guagua.
Tendremos que confiar en que Miguel Ángel se atreva a dejarnos esa herencia de su paso por la política. Del Gobierno de Canarias, poco podemos esperar. Ya vemos que la directora general del Transporte se pone las mejores galas para entregarle un premio como una de las mujeres líderes del transporte de Canarias a la Ceo de Lanzarote Bus precisamente. Está claro que no han tenido en cuenta que Lanzarote tiene el peor transporte colectivo de toda Canarias. Y no es el primer premio que recibe. Parece que quiere ir de premio en premio hasta la adjudicación definitiva. También se tendría que analizar de qué va eso de exigir una cochera en un determinado sitio y con determinadas medidas para acceder al concurso.
En fin, que Miguel Ángel tiene una buena papeleta por delante. Pero es que de eso se trata, de ser valiente, honesto y comprometido con las necesidades de esta isla y su gente.