
Defender los intereses de Canarias es comprometerse con la financiación y funcionamiento de los servicios públicos, con la calidad del empleo, con la preservación del territorio y de la naturaleza, con la extensión de las energías renovables, con el desarrollo sostenible y, en definitiva, con el incremento del bienestar de la población de las Islas. Es, también, apoyar decididamente a los sectores económicos o diversificar la economía. De la protección de los intereses de los pequeños productores de plátanos al apoyo a los más sofisticados telescopios, pasando por la bonificación al combustible para el transporte profesional o el fomento de nuevos cultivos. Y hacerlo desde el Gobierno o desde la oposición.