Y si escuchamos, un poquito, a los mayores
Con trece años llevando animales al campo y arando, con ocho cuidando niños más pequeños y hasta de su propia edad, con nueve cuidando cabras, con diez yendo a mariscar o con diecisiete de sol a sol extrayendo sal de forma artesanal, son apenas algunas de las historias de vida de personas mayores en Canarias, y seguro que en muchos lugares del mundo, que por circunstancias de supervivencia crecieron sin conocer la niñez, sin estudiar, sin jugar. “Yo nunca supe lo que fue jugar. No tenía tiempo para eso”, silencio en la sala.
- Escrito por Alex Salebe Rodríguez