El mandador
No es una figura realmente conocida fuera del ámbito deportivo de la lucha canaria. Ni valorada en su justa medida. Estamos ante el principal estratega de equipo de nuestro deporte vernáculo. El luchador vive la lucha como un deporte individual. Él salta al terrero solo y se enfrenta a su rival y a las expectativas de sus partidarios y contrarios solo. Recibe los gritos de ánimo y las presiones de los fans del contrario, agarrado a su contrincante que, como él, sabe que aquello es una cosa entre ellos. Piensa, respira, huele y oye al contrario. Es importante estar alerta. Cualquier movimiento del mismo puede ser el inicio de un ataque de consecuencias fatales o simplemente un amago para desconcertarlo y atacarle con todo por otro lado. Es un deporte de máxima tensión, para personales ágiles, fuertes e inteligentes. Aunque, como en todos lados, hay de todo, pero el éxito está reservado para aquellos con actitudes y aptitudes.
- Escrito por MANUEL GARCÍA DÉNIZ