Quizás parezca mucho pedir cuando vamos a algunas luchadas y ni tan siquiera se ven a los necesarios sanitarios. La lucha canaria es un deporte de contacto, lo lógico es que nuestras entidades públicas colaboraran con la Federación Insular para que durante poco más de una hora, que es lo que suele durar una luchada, tres o dos veces por semana, un médico y un enfermero, estuvieran presentes en los terreros. Se me cae el alma encima cuando veo a un luchador lesionado esperando, dolorido, a que aparezca una ambulancia para llevarlo al hospital. La lucha canaria, nuestro deporte por antonomasia, se merece un respeto. Y también nuestra gente.