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Dos conferencias abordarán la figura y obra del escultor Pancho Lasso

El programa de actos de la Semana de Homenaje a Pancho Lasso, que organiza el área de Educación y Cultura del Cabildo de Lanzarote, incluye dos conferencias sobre su figura y obra. Las conferencias están orientadas al ámbito docente de la isla y las impartirán la directora del Museo Internacional de Arte Contemporáneo, María José Alcántara, y el catedrático de Historia y vicepresidente del Museo Canario, Cristóbal García del Rosario.  Las conferencias tendrán lugar mañana miércoles 23 de febrero, a partir de las 18:00, en la Escuela de Arte Pancho Lasso.

 El lanzaroteño escultor

 Pancho Lasso nace en Arrecife de Lanzarote el 14 de mayo de 1904, en el seno de una familia de artesanos. Durante  su infancia realiza diferentes actividades manuales con bastante habilidad. Debido a la precaria  economía familiar, a la edad de doce años aprende el oficio de peluquero, que desempeñará en diversas ocasiones a lo largo de su vida. Su trabajo no le impide iniciar su vocación artística y hacerse algunos principios de expresión estética: dibujo, composición y modelado.

 

En 1918, a la edad de 14 años, ingresa en la Escuela de Artes y Oficios de Arrecife, creada cinco años antes. Realiza sus primeras obras escultóricas en arcilla y escayola, las cuales se enmarcan dentro de una primera etapa de su obra  con la realización de bustos y retratos de amigos, donde domina el modelado y la fidelidad de los rasgos faciales del retratado.

 

Dos años más tarde fallece su padre, hecho que le obliga a hacerse cargo de la familia. En 1925 imparte clases de anatomía, modelado, grabado en hueco y dibujo como profesor interino en la referida Escuela.

 

La prensa local se hace eco de sus trabajos. Los expone en el estudio de fotografía de su cuñado, el fotógrafo francés Aquiles Heitz, quien desde siempre le apoya y alienta en su dedicación a la escultura.

 

El reconocimiento social a sus habilidades plásticas propicia que el Cabildo de Lanzarote le conceda una beca para ampliar estudios en Madrid. En 1926 llega a Madrid y se matricula como alumno libre en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y en la Escuela de Artes y Oficios. Alterna su formación artística con el aprendizaje de la talla en madera en un taller de artesanía.

 

Asimismo, en esa época asiste a las tertulias del café de Oriente y contacta con la bohemia artística, en especial con Alberto Sánchez, que se convierte en su amigo y mentor. La obra de éste influirá considerablemente en sus primeros trabajos creativos: esculturas orgánicas inspiradas en formas vegetales, vinculadas al surrealismo y talladas en madera. Su trayectoria avanza hacia postulados vanguardistas.

 

Participa en la creación del proyecto estético de la Escuela de Vallecas, de tendencia surrealista y de origen popular, que tanto le impresionarán, derivando su pensamiento hacia una profunda preocupación social, que no le abandonará hasta su muerte, haciéndole participar en diversas iniciativas durante la II República. Respecto a  su obra, el contacto con la Escuela de Vallecas supone un cambio radical inspirado por las formas cubistas, realizando entre 1927 y 1929 algunas piezas compuestas a base de planos geométricos similares a los de la primera época de Alberto Sánchez. Son obras concebidas como bloques arquitectónicos, que intentan suprimir lo anecdótico y subjetivo a través de su preocupación por el volumen.

 

A este momento corresponde la “Vieja sentada” (1928) donde la modernidad de su obra se siente, fundiendo, como indica Josefina Alix “…las geometrizaciones propias del cubismo con ciertas geometrías de la esculturas ibéricas, en concreto, formas y líneas triangulares. La “Vieja sentada” rinde claros débitos a ciertas damas sedentes de la escultura ibérica, en especial a las del Cerro de los Santos…”

 

En 1928, al finalizar la beca concedida por el Cabildo, abandona los estudios académicos. Trabaja en un taller de escultura y posteriormente como peluquero. Tiene, no sin ciertas dificultades, que alternar esos oficios  con  sus inquietudes artísticas. Su formación continúa a través de frecuentes visitas al Museo de El Prado, al Arqueológico y al de Reproducciones artísticas.

 

Tras la proclamación de la II República, en abril de 1934, Pancho Lasso participa en diversas iniciativas político-sociales de izquierda, a la vez que va cimentando su ideología comunista. Durante la Guerra Civil toma partido por el bando republicano. Sus ideas políticas se manifiestan en sus obras. En 1933 realiza un proyecto escultórico con el título de “Monumento a la Música”            (1933-1934),  compuesto por varios dibujos y una obra en escayola para una escultura exterior de grandes dimensiones.

 

En relación a su obra, entre 1930 y 1936 encontramos que en todos sus planteamientos hay una búsqueda de formas plásticas influidas por la naturaleza vegetal y mineral - que a veces nos recuerdan la naturaleza viva de las tierras volcánicas de Lanzarote, como en “Formas” (1930- 1933)-, así como por la arqueología y el mundo fósil. Desaparecen sus figuras geométricas y esquemáticas y aparecen formas plásticas cercanas al surrealismo. Son obras realizadas en madera, con formas estilizadas y superficies trabajadas con acabados diversos, bien con incisiones como en “Pájaro” (1931-1932), bien con obras de gran originalidad como “Monumento a la Música”, realizada en yeso, con referencias a instrumentos musicales, a través del uso de clavijas y alambres, y que constituye una de las obras más asombrosas de este período.

 

Finalizada  la Guerra Civil, en 1939 Pancho Lasso retorna a Lanzarote huyendo del Hambre y de las persecuciones. Imparte clases en la Escuela de Arte y Oficios. Surgen en esta nueva etapa dibujos y esculturas de gran vitalidad y con preocupaciones realistas, que recrean imágenes de campesinos, pescadores, mercados..., en definitiva, el mundo del trabajo del isleño, que lucha con el entorno para sobrevivir. Utiliza tierras en lugar de pigmentos, y realiza pequeñas piezas con piedras volcánicas. Es en esta época cuando entabla amistad con César Manrique.

 

 

Nace en 1941 su hija Rosalía, fruto de su unión con Clara Berki en 1934.

 

Por encargo, trabaja una serie de esculturas de carácter funerario que se encuentran en los cementerios de Arrecife y de San Bartolomé. Trabajos  que compagina con cierta actividad política con el propósito de formar una célula del Partido Comunista.

 

Regresa a Madrid en 1946, y trata de retomar su trabajo pendiente tras el aprendizaje que había supuesto para él su estancia en Lanzarote. Sin embrago, el ambiente intelectual que había servido de soporte teórico de su obra, ya no existe.

 

Es en esa capital, en 1960, donde comienza a trabajar en la realización de medallas, hallando una técnica a través de la cual expresa sus preferencias por el mundo marinero y campesino. Recupera su vitalidad creadora en la medallística, logrando el reconocimiento artístico. Es socio fundador de la Sociedad Española de Amigos de la Medalla. Con la Federación Internacional del Arte de la Medalla participa en diversas muestras internacionales: Roma, Francia, La Haya...la revista Moneda de París menciona su trabajo.

 

Más tarde obtiene el primer premio de escultura con un grupo escultórico denominado “La Familia Campesina”, en la Exposición Internacional, organizada por la VI Feria del Campo (1965) y años más tarde en la Galería Círculo 2 de Madrid. En 1965 muere su esposa. Comienza a realizar sus primeros trabajos pictóricos del mundo imaginario de sus esculturas, en gran parte animado por el reconocimiento público a su trabajo.

 

Pancho Lasso fallece el 25 de enero de 1973, a los 67 años de edad, en Madrid. Ese mismo año se celebra una exposición antológica de su obra en los salones del Arrecife Gran Hotel.

 

A partir de ese momento, y hasta hoy, se han celebrado exposiciones antológicas suyas en el Centro Cultural de la Villa de Móstoles, Madrid; en la Casa de los Arroyo, en Arrecife; y en la Fundación César Manrique, en Tahíche. En la actualidad una parte importante de su obra es propiedad del Cabildo de Lanzarote, que le dedica una sala en el Museo Internacional de Arte Contemporáneo de Lanzarote. Algunas de sus obras han formado parte de exposiciones tan importantes con la que el Museo Internacional Centro de Arte Reina Sofía dedicó al surrealismo, la que se realizó en la Exposición Universal de Lisboa dedicada a las vanguardias históricas españolas o la exposición titulada “Vanguardia en la escultura española en madera” organizada por el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente de Segovia.  

 

 

 

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