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Un fallo del Kepler da al traste con la búsqueda de nuevas Tierras

Barrie Jones, de la Open University en Milton Keynes, refirió en el encuentro nacional de la Royal Astronomical Society en Birmingham, que 130 planetas gigantes orbitando cerca de sus estrellas paternas han sido descubiertas hasta ahora. Auque planetas pequeños, rocosos, que podrían albergar agua líquida y una atmósfera densa, no han sido aún detectados, podrían sobrevivir cerca de objetos del tamaño de Júpiter. El razonamiento teórico de esta exposición ha sido publicado en la revista Astrophysical Journal, y confirma otros estudios que sugieren que las condiciones para la vida no se extienden tan sólo a las 100 mil millones de estrellas de la Vía Láctea, sino quizás a las 100 millones o más galaxias de nuestro universo visible.

El problema es que hasta ahora ningún astrónomo ha sido capaz de “ver” planetas más allá del sistema solar. Casi todas las evidencias hasta ahora aportadas se habían basado en los enigmáticos comportamientos de algunas estrellas lejanas. Estas perturbaciones gravitacionales se han explicado por la presencia de planetas enormes, cientos de veces del tamaño de la Tierra, que circulan alrededor de sus estrellas. Esto ha supuesto un desafío para los astrónomos: ¿Son los nueve planetas de nuestro sistema solar una excepción? ¿Es la Tierra algo único? ¿Habría espacio para pequeños planetas habitables en la zona templada, “amable”, cercana a sus estrellas paternas, en cualquier lugar de la galaxia?

 

El profesor Jones y sus colegas comenzaron a trabajar sobre modelos por ordenador y encontraron que en alrededor de la mitad de todos los casos, pequeños planetas podrían haber sobrevivido lo suficiente como para que la vida, tal cual la conocemos, se hubiera desarrollado en estos. “Estamos particularmente interesados en la posible supervivencia de “Tierras” en la zona habitable”, dijo el profesor Jones. “Esta zona se conoce con el nombre de zona Goldilocks, donde la temperatura de un planeta como la tierra sería la justa como para tener agua líquida sobre su superficie. Si existe agua líquida, es posible la vida tal como la conocemos.” En la próxima década, los científicos espaciales piensan poder enviar naves espaciales que, trabajando al unísono, puedan captar la débil luz reflejada de distantes planetas e identificar las señales químicas de oxígeno u otros gases, que podrían dar evidencias de vida extraterrestre. El año pasado, científicos australianos identificaron una potencial “zona habitable” en la Vía Láctea y calcularon que quizás diez mil millones de estrellas podrían estar rodeadas por planetas rocosos no diferentes a la Tierra.

“Me asustaría pensar que estamos solos, que no pueda haber evidencias de planetas semejantes a la Tierra. La cuestión es si pueden estar habitados”, afirma Jones. “Y aunque encontremos pruebas de la existencia de vida, no sabríamos si es de tipo bacteriano o alguna forma más evolucionada de vida, o incluso si ha desarrollado alguna forma inteligente de vida”.

 

Ahora, la NASA ha confirmado que un grave fallo en la sonda Kepler, encargada de la búsqueda de planetas habitables en el universo, hace imposible continuar con esta misión y está buscando otras posibles misiones que puedan llevarse a cabo con los instrumentos que aún funcionan en la sonda. Lanzada en 2009, Kepler ha conseguido identificar 135 nuevos planetas y ha recopilado una lista de 3.548 candidatos. El objetivo de la sonda, uno de los proyectos más idealistas de la NASA, era dar con planetas similares a la Tierra orbitando en estrellas lejanas. En enero de este año, el equipo de seguimiento constató una fricción excesiva en una de las ruedas, por lo que se decidió apagar el sistema un par de semanas para enfriar la pieza. Pero tras el nuevo encendido, el problema persistía.

 

 Áurea Gutiérrez

Fuentes: Tim Radford Science Editor, guardiancouk, nueva-acropolises,ep

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