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La ofrenda al héroe Loreto IV

 

Me he quedado con los billetes comprados y con los amigos apenados.

Desde que nos enteramos de la luchada en homenaje al grandísimo luchador Antonio González “Loreto IV” nos apuntamos al espectáculo. La luchada prevista para este sábado en Gran Canaria, la tierra natal del héroe y donde más veces luchó y entusiasmó a sus seguidores, es un plato goloso para cualquier aficionado a la lucha canaria. Para cualquiera. Hay una muy buena representación de lo más granado de nuestra lucha canaria actual y me apena no poder disfrutar del mismo desde las gradas del terrero. Intuyo que no me echarán de menos, que las gradas estarán llenas con los miles de aficionados que Loreto IV hizo felices mientras demostraba sus habilidades y fortaleza en el terrero. Pero yo sí les echaré de menos. Quería estar ahí por ver la luchada. Aunque más por ser testigo y parte de un homenaje a un grande de nuestro deporte.

He oído quienes cuestionan, por lo bajini, el homenaje o que se preguntan a qué viene este acto en este momento, cuando hace más de 20 años que dejó de luchar. Algunos dicen que el único interés que tiene es que la recaudación de todo irá a parar a Pequeño Valiente, esa asociación que asiste y ayuda a los niños que sufren un cáncer. He mandado a callar a más de uno, porque yo entiendo la ignorancia pero no su exhibición. No soporto que el que no sabe, ni pone interés en saber, o vive carcomido por la envidia o la mezquindad, se escarranche delante de los que sí muestran curiosidad y respeto por el personaje y quieran imponer sus maldades a la verdad. Y la única verdad es que si Loreto IV no se merece un reconocimiento público, no se lo merece nadie. Y que, además, haya renunciado a beneficiarse del mismo, como han hecho todos los homenajeados a lo largo de la historia, para destinar esos dineros a una ONG de la talla de Pequeño Valiente, solo demuestra que su corazón es un músculo que está en consonancia con su incuestionable vigorosidad. No es que se lo merezca, es que a gente como a él, hay que obligarle a exponerse, a mostrarnos el orgullo de ser un canario entregado a un deporte tan nuestro.

 Yo les llamo héroes, a todos. Pero está claro que Loreto IV está en lo más alto del olimpo. Fue el mejor en su momento culmen. Atrevido, preparado, instruido, rápido y capaz de inventarse soluciones improvisadas es el ejemplo más claro de un atleta metido a luchador. No era tan alto, ni tan fuerte, ni tan clásico pero era muy listo. Es el luchador que camina en el terreno con el cuerpo armado y la mente despierta. Imprevisible en el ataque, inagotable en la defensa, preparado siempre para contrear. Sus movimientos eran rápidos y rozaba los límites reglamentarios para irse a la izquierda y llevar al suelo al grande, al chico, a todos.

 Loreto IV no se merece una luchada, se merece una liga completa en su homenaje. Y nosotros nos merecemos que los actuales luchadores beban de la historia y la ambición de este héroe grancanario, de calzón recogido y orgullo de todos los canarios. Toca ir a aplaudirle y darle las gracias. A honrarle como se merece. El próximo sábado, el día 24 de septiembre, se le hace la ofrenda a un ejemplar especial de este deporte y esta tierra. Qué pena que el posoperatorio me impida estar allí, como uno más de todos esos seguidores que disfrutamos viendo cómo tiraba a todos nuestros puntales. A veces, cuando ya parecía que estaba en suelo.  

 ¡Vamos, puntal! Siempre agradecido.     

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