El Cabildo y La Caja trabajan contra la nueva pobreza a través de ayudas directas a familias

El presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, y  el  presidente de La Caja de Canarias, Juan Manuel Suárez del Toro, firmaron el pasado lunes  un convenio de colaboración en materia de obra social, para el desarrollo, por segundo año consecutivo, del programa de Ayudas de Emergencia Social con el objetivo de ayudar a las familias lanzaroteñas que más lo necesitan, para lo que se ha previsto un presupuesto total de 162.000 euros.

Según los firmantes del acuerdo, la continuidad de este programa se justifica en las grandes bolsas de población en situación de exclusión social o en riesgos de caer en ella derivado del incremento del paro y agravado por la finalización de los periodos de cobro de prestaciones de desempleo. Como consecuencia de ello, las corporaciones municipales, como la administración más cercana al ciudadano, continúan asistiendo al aumento del número de familias y personas en situación de extrema necesidad que demandan ayudas de emergencia para atender necesidades básicas.

 En este contexto, la finalidad de este programa es dar una respuesta rápida, eficaz y en coordinación con los ayuntamientos a la situación de precariedad en que se encuentran muchas familias canarias. Las bases de la convocatoria se centran, sobre todo, en las unidades familiares con dificultades a partir del ejercicio 2008, año de comienzo de la crisis y por ende del aumento de forma significativa de las cifras de paro.   

 Este programa, puesto en marcha en el verano de 2009, ha atendido desde entonces y hasta la fecha a más de 2.000 personas pertenecientes a 729 unidades familiares, gracias a un presupuesto conjunto de 460.000 euros, 200.000 euros aportados por el Área de Bienestar Social del  Cabildo de Lanzarote y los otros 260.000 euros por La Caja de Canarias.

 El convenio suscrito el pasado lunes por las dos instituciones permite afrontar las solicitudes de ayudas en el presente año 2011 para el que se cuenta con una partida conjunta de 162.000 euros (1000.000 del Cabildo y 62.000 de la Obra Social de La Caja de Canarias). Con cargo a este presupuesto ya se ha prestado apoyo económico directo a 223 unidades familiares

 Las ayudas concedidas hasta la fecha a hogares lanzaroteños en situación de vulnerabilidad se materializan en un 50% en ‘tarjetas de alimentación’, mientras que el 25% son pagos de alquiler de vivienda; el 12%  suministro de agua y luz; un 5% ayuda escolar y un 8% otros conceptos, como gafas, gastos de farmacia, electrodomésticos, etcétera.  La ayuda media concedida es de 532 euros por beneficiario.

 Contexto de la nueva pobreza 

 De acuerdo con los últimos datos disponibles, las mayores tasas de pobreza en nuestro país se encuentran, por este orden, en Extremadura, Andalucía y Canarias, situación que se manifiesta como recurrente desde décadas anteriores. En ese sentido, la tasa de pobreza entre 2008 y 1990 en Canarias ha bajado en apenas un 0,4%.

 Este enquistamiento de la pobreza, pese a la bonanza económica del periodo anterior a 2008, con altas tasas de creación neta de puesto de trabajo, está asociado fundamentalmente al empleo precario y a las bajas rentas. Factores que lógicamente se han agravado en Canarias con  la crisis general desatada hace tres años, donde nuevamente las Islas destacan por ser una de las regiones donde el desempleo ha crecido más.

 Al respecto, es indudable que la pobreza económica se encuentra íntimamente unida al fenómeno del desempleo y el empleo precario. Como se sabe, el paro está afectando principalmente a los más jóvenes, a las mujeres y a los inmigrantes, así como a los parados de larga duración y a las personas con menos cualificación.

 Lo novedoso de la situación actual no es sólo que la pérdida de empleo y las consecuencias  derivadas de la crisis han producido un aumento notable del número de personas afectadas, sino que ha afectado a personas cuya situación en el contexto de crecimiento en el que nos encontrábamos con anterioridad a 2008  no hacía previsible que necesitaran recurrir a los servicios de ayuda.

 Así, en un contexto de análisis de la exclusión social y la pobreza,  la característica principal del periodo socioeconómico que se vive en las islas es que la pobreza  laboral no afecta sólo  a zonas marginales del mercado de trabajo, sino también a empleos cualificados, cuyos individuos se han visto afectados por una auténtica privación material básica

 Por otro lado,  los nuevos perfiles de la pobreza no están derivados sólo de la pérdida de empleo y/o el empleo con bajas rentas, sino que en muchas casos también, por cambios en la estructura familiar (incremento de hogares monoparentales, desestructuración familiar…), que incide directamente en el riesgo de pobreza, así como por la participación laboral no completa de todos los miembros activos del hogar, más aún cuando existe presencia de varios menores dependientes en el mismo.

 Éstas son algunas de las características generales que se han desprendido tras dos años de ejecución del programa de Ayudas de Emergencia Social a Familias de la Obra Social de La Caja de Canarias, con un total de 6.655 expedientes analizados. La Entidad, que ha querido profundizar en los datos recopilados, identifica en este estudio las principales características de la exclusión social en las Islas, con especial incidencia en la denominada nueva pobreza que derivó de la actual crisis socioeconómica.

 El estudio del impacto del programa de Ayudas de Emergencia Social de La Caja de Canarias se ha realizado sobre una muestra de 2.455 unidades familiares residentes en la provincia de Las Palmas demandantes de atención social para cubrir necesidades básicas.

 476 hogares lanzaroteños analizados

 En el caso de Lanzarote, la muestra se compone de 476 hogares y desde una perspectiva global se puede determinar que los hogares que más han empeorado su situación económica son los sustentados por mujeres, por jóvenes y por inmigrantes y, aún más, si estos colectivos tienen niños. Igualmente, esta situación se manifiesta fundamentalmente en los entornos urbanos. 

 Composición familiar y problemática social

 Las familias de Lanzarote solicitantes de ayudas para cubrir necesidades básicas están integradas de media por 2,82 personas, siendo el hogar monoparental, formado por mujer con uno o dos menores a su cargo, el caso más frecuente de demandante de atención social. En cualquier caso, en el 70% de las unidades familiares analizadas existe al menos una persona a cargo, ya sea menor o en situación de dependencia

 Desde un punto de vista de las relaciones sociales, el 45% de los hogares analizados presentan problemática social de distinta índole, como menores en riesgo, violencia de género, madres con menos de 20 años, adicciones y malas relaciones con la red familiar, así como  enfermedad grave y/o discapacidad de miembros de la unidad familiar.

 En consonancia con la alta incidencia del desempleo en el colectivo de inmigrantes, sobre todo los no comunitarios, los hogares sustentados por personas procedentes de otros países representan también un grupo importante en la demanda de asistencia social para cubrir necesidades básicas. Así, casi el 24% de los expedientes tramitados corresponden a familias de  inmigrantes, un porcentaje alto en proporción a la población de la Isla.

 Ingresos 

 La media de ingresos anuales de las familias afectadas por la situación de nueva pobreza en la Isla y objeto de este estudio, está en los 5.895 euros, cantidad ligeramente superior a la media del programa, situada en los 5.626 euros, y siendo el municipio de Haría el que presenta la renta más alta y Tías, la más baja.

Del estudio de la Obra Social se desprende también que el 5,4% de los demandantes de ayuda viven sin ingresos, la mitad con menos de 6.000 euros al año y el 30% con entre 6.000 y 12.000 euros. El resto de los hogares viven con un presupuesto anual entre los 12.000 y 22.500 euros, casos que se corresponden a hogares con más de cuatro miembros, siendo al menos dos de ellos menores. 

 Pese a los restrictivos ingresos medios de las familias en situación de vulnerabilidad ante la crisis, resulta igualmente significativo el importante peso que tiene en la economía de estos hogares la vivienda, ya sea de alquiler o con carga hipotecaria.  En este sentido, el 55% de ellos dedican más del 60% de sus ingresos al pago de la vivienda habitual.

 Situación laboral

 El programa de ayudas de emergencia social ha detectado desde su puesta en marcha un alto porcentaje de familias con todos sus miembros en edad de trabajar en situación de desempleo, concretamente el 31%, cifra que baja al 17% en Yaiza. Incide en este dato, además de la situación generalizada de crisis y por ende de altas tasas de paro, el hecho de la participación laboral no completa de todos los miembros activos del hogar, agravado además por la presencia de unidades familiares de inmigrantes no comunitarios, especialmente del continente africano, donde la mujer vive relacionalmente más aislada, tanto desde el punto de vista social como laboral.   Igualmente se detectan con no poca frecuencia indicios dentro de las familias de personas adultas con remuneraciones a cambio de trabajo pero no reconocidas laboralmente, sobre todo en el ámbito del servicio doméstico.