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Tolerancia cero al maltrato a los animales

Estamos embebidos de lleno en esta canícula que nos asfixia, y me hago una profunda reflexión: en latín, la palabra "canícula" significa "perrita", y el "caniculario" era aquel personaje que se encargaba en tiempos pretéritos, de expulsar a los perros de las catedrales;

 he leído una noticia que comunicaba que habían sido capturados varios perros salvajes  en las inmediaciones del vertedero de Zonzamas,"acusados" de matar a media centena de ovejas de una granja, y no deja de sorprenderme el enfoque de la comunicación: manifestando mi pesar al  dueño de las ovejas, a quienes calificaría de "salvajes" sería a los dueños de esos perros, que, con una falta indignante de escrúpulos, los abandonaron a su suerte (porque estarán conmigo en que esos canes no aparecieron de la nada en Zonzamas). Los perros son simplemente unos supervivientes.

Por lo tanto, rasgarnos las vestiduras y culpar a unos canes de nuestra hipocresía, expulsándolos de nuestras vidas con cajas destempladas es poco menos que irrisorio: no seamos como aquel caniculario zarrapastroso que evitaba el problema con un palo; busquemos soluciones, a  la sazón, coherentes.

 

Ahí va, por lo tanto, mi homenaje a todos aquellos animales ,compañeros beatíficos del ser humano, hasta del mas cruel; a aquellas personas llenas de amor, que de forma altruista donan parte de éste a los animales; mi recuerdo emocionado a mi perrita Pimpi y a Rofito, que tuvieron una vida feliz y plena, como miembros de una familia; mi repulsa y pena por aquellas seres que se postulan como personas, que no merecen ni una mirada de súplica de aquel animal al que están maltratando y tirando a un volcán (acabo de leer la noticia  de que han encontrado a un perrito maltratado en un agujero, y lo han tenido que sacrificar. ¡Cuánto sufrimiento gratuito; cuánto amor desperdiciado; cuánta maldad! Mi respeto también a aquellos cazadores cívicos que utilizan esta actividad cinegética sin ánimo de dañar a sus canes (la solución de algunos vecinos hastiados de que los perros les tiren las piedras de las fincas, es envenenarlos, craso error, pues actúan igual que los cazadores carentes de principios.

 

Les envío mi admiración a los voluntarios de la Asociación Protectora de Animales y plantas SARA, que emplean parte de su vida en acoger, arropar y curar de sus heridas físicas y psíquicas a los que lo necesitan: gracias Flavia, Raquel, Laura, Jaqueline, Nicole,...

 Manifiesto, asimismo, mi agradecimiento a parte del empresariado de Lanzarote que da ejemplo de solidaridad y sensibilidad, y contribuyen con sus donaciones a que esta isla en la que vivimos, se pueda convertir en un futuro no lejano en ejemplo de respeto hacia los animales: gracias Keidea, Farmacia de Tinajo, Orvecame, Cervecería La Botica, bar Luna, Líneas Marítimas Romero, Restaurante Las Cadenas, Restaurante Ginory,..y tantos que seguro  son aliados  y se unirán a esta causa ,no siempre respetada.

Quizá llegue el día en que se endurezcan las penas para los maltratadores de animales; en que no quede en el olvido que un ser indefenso ha sido vejado sin escrúpulos por un ente  tan pobre de espíritu que no conoce el amor; ojalá llegue ese día en que se legisle con rigor y seriedad la defensa de los animales; que salga una gran Ley Marco nacional que aúne y armonice las diecisiete Leyes autonómicas de Protección animal que existen en el Estado Español.

Y quizá, como órdago final que lanzo a las Instituciones de Lanzarote, en un tiempo no lejano, el Cabildo y los Ayuntamientos se comprometan en serio a entregar con rigor las partidas presupuestarias pertinentes a los organismos que protegen a los animales;  quizá consigamos que se regule la identificación y censo  de todos los animales,controlando en especial las rehalas, para que los perros de caza estén protegidos; quién sabes si se creará una Oficina de protección animal y un Consejo que regule esa protección.

 Ésto no es una entelequia, es una idea que está calando en gran parte de la sociedad de ésta nuestra isla y que no deberíamos dejar en la gaveta del olvido para que críe ácaros.

Hablaba así Berganza, can parlante de "El Coloquio de los perros" de Cervantes:-"Bien sé que ha habido perros tan agradecidos que se han arrojado con los cuerpos difuntos de sus amos en la misma sepultura"...

No olvidemos que aquel que maltrata a un animal, no respeta a un ser humano: tolerancia cero al maltratador.

 

(*) “Tolerancia cero al maltrato a los animales” es un escrito de Anamaría Calleja Blancas enviado a la sección Cartas al director  de WWW.elperiodicodelanzarote.com .

 

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