La mayor oferta pública de empleo de 2015
Recorrido electoral (25)
El próximo lunes, día 20 de abril, a las 12 de la noche, se cierra el plazo para presentar las candidaturas a las Elecciones Locales, Cabildo y Parlamento del próximo 24 de mayo. Una docena de organizaciones políticas y cerca de 1500 personas, con sus respectivas candidaturas, concurrirán a los siete ayuntamientos, Cabildo de Lanzarote y Parlamento de Canarias para intentar ocupar los 152 (121 concejales, 23 consejeros y 8 parlamentarios) cargos públicos que salen en liza. Además de unas elecciones, de la reelección de los cargos públicos, se convierte también en la mayor oferta pública de empleo eventual porque más de la mitad de los que accedan a esos cargos quedarán liberados y otros cercanos, otra treintena, se instalarán en las administraciones locales como asesores y cantidad parecida encontrará echadero remunerado en la Comunidad Autonómica en calidad de consejero, directores generales, directivos de empresas públicas u oscuros asesores. Como ven, el pastel no es pequeño y explica el apetito de muchos. Que uno de cada 60 electores formen parte de las candidaturas, que una docena de listas distintas tengan candidaturas a los distintos niveles de la administración canaria y que todas ellas cuenten con órganos internos y asambleas locales e insulares garantizan que alrededor de 3.000 personas están directamente vinculadas a las elecciones. O sea, uno de cada 30 de los 89.003 electores que tienen derecho al voto en Lanzarote están directamente implicados en el proceso electoral como partes interesadas.
Otra cosa es la propia organización del proceso, con su junta y mesas electorales que también aportan un número importante de electores comprometidos. Y, a pesar de todo de ese importante movimiento humano, la abstención es realmente alta, superior al 45% del electorado, que ese domingo de mayo prefiere ver la tele, irse a la playa, al parque, al bar o a matar hiervas antes que acercarse al colegio electoral e introducir en la rendija de la urna su preferencia. En 2011, 37.121 residentes lanzaroteños renunciaron a su derecho al voto mientras que 45.650 sí penetraron la urna.
Tenemos instalada la idea de que la mayor abstención se produce en los municipios turísticos y no es así, a pesar de que es grande la ausencia de votantes de las zonas turísticas en estos municipios. El principal abstencionista en Lanzarote es el municipio de Arrecife con el 48,2 %, que también es el que mayor nivel de paro tiene, por si pudiera ayudar a buscar un perfil del elector no votante. De los 38.301 vecinos de Arrecife que recoge el censo electoral de Lanzarote, que tiene en total 89.002, casi la mitad, casi 19.000 dejan en la otra mitad, la oportunidad de decidir. Es precisamente de esa otra mitad de la que salen los más de 250 candidatos que aspiran a coger uno de los veinticinco concejales que componen la corporación municipal. Salen elegidos, gracias a esos abstencionistas, por la mitad de votos que necesitarían para estar allí porque la ley D`Hont reparte los concejales entre aquellas candidaturas que superen en 5% sin más exigencia. O sea, que todos esos que no votan para no reírles la gracia a los políticos, lo único que están haciendo es poniéndoles más fácil, más barato y con menos apoyos el carguito y el sueldo a su disposición. Con el agravante, además, que no saben quiénes le votaron de los que aparecieron con sobre y dni por la mesa electoral, pero sí conocen nombre, apellidos y dirección de todos esos vecinos que reclaman tanto o más que los que votaron pero que no deciden si salen elegidos o no. Y eso, aunque no debería ser así, porque en este país el voto es un derecho y no una obligación, tendrá su coste.
El electo velará por su elección, por garantizar su sueldo y derechos, y sabe que esas aspiraciones suyas están en manos de los electores que votan, que son a los que hay que agradar por encima de todas las cosas.
En cambio, saliéndonos ya de la capital, los municipios más rurales, menos poblados y con menos inmigrados, son los menos abstencionistas, dándose el caso que Tinajo, el más participativo, está dieciséis puntos por debajo de Arrecife, el 32, 7%, y Haría, que es el segundo, con catorce puntos menos que la capital, reúne en las urnas al 63,9 % de sus electores.
Los tres municipios turísticos están por un estilo, rondando el 44%, cuatro puntos menos que Arrecife, con Tías con un 43,8% como el más participativo, seguido de Yaiza con un 44% y de Teguise con el 44,2%. En todos estos municipios, las mesas electorales instaladas en las zonas turísticas tiene un comportamiento distinto y peor a las del resto de sus pueblos, a pesar de que es allí donde reside la mayor parte de la población. En esa misma línea, en San Bartolomé, la importante cantidad de población inmigrada residenciada en Playa Honda eleva también la abstención municipal por encima de las de los turísticos y se acerca a la de Arrecife con un 45,4% , 2,8 puntos menos que la capital, en las elecciones de 2011.
El mayor número de candidaturas, la irrupción de Podemos y Ciudadanos , la creación de partidos localistas anima a pensar que aumentará la participación, especialmente la población peninsular durmiente, que no ha participado hasta ahora por vivir ajena a lo local, y que con estos partidos emergentes se puedan decidir a hacerlo. De hecho, las zonas en las que tanto Podemos como Ciudadanos tienen mejores expectativas son las urbanas, considerando como tales también, además de Arrecife y Playa Honda, las partes residenciales de las zonas turísticas como Playa Blanca, Puerto del Carmen y Costa Teguise que han crecido exageradamente con la llegada de residentes peninsulares y extranjeros. Hasta ahora, votar ha sido casi cosa de los lanzaroteños nativos e inmigrados de larga estancia que es lo que explica que, a pesar de que la población es mayoritariamente no nacida en Lanzarote o hijos de estos, la administración pública y los instrumentos para su conquista, los partidos, están en manos mayoritariamente de lanzaroteños nativos. Y con ello, los cargos electos, los funcionarios y muy especialmente los miles de contratados laborales fijos que se han anclado en los ayuntamientos y cabildo por afinidad política, personal o familiar de unos y otros políticos y funcionarios. Con sueldo para todos, no vayan a pensar que son voluntarios sin ánimo de lucro.