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La Thatcher del PIL dice adiós

Recorrido electoral  (33)

 María José Docal Serrano, después de estar 24 años ininterrumpidos en el Cabildo de Lanzarote como consejera y desempeñando distintas funciones, se retira a los cuarteles de invierno y da paso a otros más jóvenes.  Llegó al Cabildo al mismo tiempo que el PIL, en 1991, en la última mayoría absoluta que se obtuvo en esa corporación con los 12 consejeros de 21 que consiguió Dimas Martín en su primer intento de conquistar el Cabildo. Llegó con el PIL y casi, 24 años después, se va junto con el PIL que pasa sus peores momentos de apoyo popular, con su querido Dimas alejado de las instituciones y requetecondenado.

María José Docal Serrano, una leonesa, que no una leona, que llegó a Lanzarote de la mano del que fuera su marido, el abogado Juan Jesús González Herrera, apareció en la vida política también de la mano de aquel jurista, que había sido delegado del gobierno en la isla, en los años setenta, que falleció siendo presidente del PIL, en una rueda de prensa del partido, donde fue sorprendido por un infarto. Y al principio, recibió las criticas, entre otras las de este servidor, por no tener currículo habilitante para estar en aquel pleno donde había muchos más como ella. Pensábamos que era un capricho que se sustentaba en la excelente relación que tenía Dimas Martín con su esposo. Pero, con los años, María José Docal se fue haciendo un currículo con su trabajo diario y demostró que era ella quien mantenía una estrecha relación con el líder insularista, y que no estaba dispuesta a romperla ya cayeran rayos, insultos o querellas.

Siempre se mantuvo al lado de Dimas. Y casi siempre, a pesar de moverse en terrenos movedizos, los que le encantaban a Martín Martín, salió ilesa de querellas y malas tentaciones. Supo actuar con cierta pulcritud en un campo lleno de minas, tentaciones, y malas compañías. Y a pesar de tener en sus consejerías siempre adosado el huevo bichado de Dimas Martín, el todopoderoso y fiel Matías Curbelo, que a la primera rosca de tuerca del fiscal soltó por su boquita hasta lo que soñó en sus calenturientas visitas cubanas.  María José defendía a Dimas hasta sin venir a cuento y su fortaleza, convicción y entrega asfixiaba a sus compañeros en los momentos previos de la deserción.

El PIL sufrió tres o cuatro, no pienso pensarlo mucho, rupturas que significaron una sangría de cargos públicos, de cuotas de poder y de votantes, pero siempre había un consejero que se sabía que iba a estar al lado de Dimas: la dura María José, la Thacher  del PIL, la mujer de más confianza  de Dimas.  Fue consejera de Turismo, con mando en el Patronato, donde se incrustaba a Matías a hacer de las suyas, que después dijo que eran de todos los demás, y de Personal, entro otras cosas. Y en uno de los muchos momentos de crisis del PIL, llegó a ser presidenta del Cabildo de Lanzarote, del 26 de julio de 2004 al 18 de febrero de 2005.

Cansada, mayor, imputada en el caso Unión, María José Docal se retira ya a su casa. De donde salió hace 24 años para ir al Cabildo y allí se quedó hasta ahora, convirtiéndose en la decana de los consejeros y en una de las pocas personas que han repetido en seis mandatos en la primera corporación. Deja a su hijo Juan Jesús en un su partido, que lucha también por sobrevivir ante los numerosos embates que ha sufrido en los últimos tiempos.

 Ella se va pero el PIL espera  para recibir el veredicto popular que tantas veces le salvó.

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