Mujeres armadas

Arrecife se rompe (III)

Faltan 20 días para dejar atrás 2017 y adentrarnos en el año en el que se tienen que ejecutar las principales obras y estrategias políticas de cara a rentabilizarlas electoralmente en mayo de 2019. Lo que no se haga en 2018, pierde valor. Tanto las que no se ejecutan definitivamente en este mandato como aquellas otras que se inauguran a última hora, ya en 2019, pegaditas al inicio de la campaña, periodo en el que por ley se prohíbe este tipo de eventos institucionales que, en realidad, son marketing partidario de los gobernantes.

Por eso, los partidos se afanan en concluir sus procesos internos y en remendar pactos o renovar pactos institucionales para que todo vaya como la seda en esos 365 días que anteceden al año electoral, al año del concurso de empleo público donde para entrar en la administración no se valora mérito ni capacidad y basta con empatizar con los electores. Es el periodo en el que los políticos, los que nos han engañado durante cuatro años y otros nuevos que están dispuestos también a hacerlo con la misma maestría, vuelven a declararnos amor eterno, con miles de promesas, muchas repetidas por enésima vez, y nos saludan con la misma afectuosidad de hace cuatro años. ¡ Qué distinto a cuando fuimos a hablar de lo nuestro con ellos en el despacho de cinco jotas que le pagamos en el Ayuntamiento o en el Cabildo!

Pues Arrecife, recién roto el pacto entre socialistas (6 concejales), PIL (2), que siguen juntos, de momento,  y nacionalistas (5), todos se han puesto manos a la obra para intentar que la cosa se decante para su lado en estos últimos veinte días del año, que lo mismo tiene una noche buena que una noche vieja, un día de los inocentes como tres domingos, dos víspera de fiesta señalada, para descansar de semejante ajetreo. Entre turrones, truchas y comidas de empresas varias, los políticos tendrán que buscar sus ratitos. En Arrecife, dos mujeres monopolizan y bipolarizan los encuentros entre concejales.

Por un lado, la socialista Eva de Anta, la mujer que cumple un año y medio de alcaldesa sin ganas de abandonar, a pesar de que las críticas a su gestión le vienen de todos los grupos políticos y de gran parte de la sociedad. Por otro, la popular Astrid Pérez que, como se preveía, ganaría protagonismo en este ayuntamiento desde que le dieran la mínima oportunidad. Una, Eva, se declara de izquierdas; la otra, Astrid, no esconde que es de derechas. Las dos están en el momento álgido, saben que del resultado de este envite se decide quién se queda al frente del Ayuntamiento hasta que los electores tengan que decidir en otro mayo de elecciones locales, en 2019.

Pero la lucha no es sólo por quitarse/quedarse con la Alcaldía este tiempo de descuento del actual mandado. No, ni mucho menos. Al margen del resultado, el 2 de enero, todavía sin Reyes, empieza la carrera electoral del siguiente. Y hay que vender o desgastar al rival, dependiendo de si se está en el gobierno o en la oposición, con fruición y valentía.

Por eso, hoy, lunes de salida de un puente enorme, tanto la una como la otra tienen preparada exhibición mediática para hablarnos de su libro, o de su Ayuntamiento y dé como están las cosas. Serán las dos caras de la misma moneda.

En una, en la comparecencia de Eva de Anta junto al alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, el también socialista Augusto Hidalgo, nuevo como ella en estas lides y gobernando con la izquierda, como pretende ella ahora, todo estará fenomenalmente bien y va a mejor. Ni hay inestabilidad, ni cabe censura, ni el grupo de gobierno en minoría con apoyos de la oposición es un caos.  

En la otra cara de la moneda, Astrid Pérez convertirá en noches los más de 500 días de gobierno de Eva y exigirá a todos sumarse a ella para acabar con el pecado tan poco original de Eva que es su "mala gestión, su permanente inestabilidad y su Avenida cerrada al tráfico". También culpara a Ciudadanos de replegarse a los intereses del PSOE en detrimento de los de los ciudadanos de Arrecife no se sabe bien por qué razón o interés.

La una, De Anta, desde las diez y media de la mañana, y hasta que el cuerpo aguante, estará con el compañero Augusto Hidalgo escenificando que son iguales, que son del mismo partido, y que quieren hacer las mismas cosas. Y que las quieren hacer con los mismos y que aquí lo que allí es Las Palmas GC puede es Ganemos Lanzarote y que los socios de Nueva Canaria allí aquí pueden ser los de Somos Lanzarote. Por supuesto, no dirán que en Las Palmas los socialistas no respetaron nada que el PP fuera el partido más votado (10 de 30 concejales) y que ellos con 7 de 30 concejales se sumaran al carro de la izquierda y gobiernen, por el momento, sin crisis. La visita de Augusto tiene ese fin por encima de cualquier otra cosa. Visualizar que sí se puede gobernar con la izquierda y hacer cosas. Tampoco se menta al PIL, que es imprescindible para que esa izquierda tenga mayoría absoluta y no se sabe bien donde están ideológicamente. Pero esos cuestionamientos sobran, que aquí, ahora, se está para unir no para debatir.

Las dos, tanto Astrid como Eva, tienen revolucionados sus cuarteles de campaña.  Desde el Ayuntamiento, De Anta, lanza sus dardos al PP (5) y a CC (5) pero se deja querer por el resto de la oposición. No sé cómo no se le ocurrió invitar a Somos (2)  y Ganemos Lanzarote (2) al encuentro con Hidalgo para que se empaparan de esos nuevos aires de nueva izquierda. A ciudadanos (2), basta con tenerlo controlado. No hay que meterlos en estos saraos rojillos que ellos son naranjas y se ponen azules desde que ven a los morados y los rojos juntos.

 En su sede, a las doce y media, Astrid tiene convocada a la canallesca para analizar la situación de Arrecife. En definitiva, para recordar todos los errores del grupo de gobierno, lo mal que está Arrecife y lo necesario que es una moción de censura para revertir esta situación en beneficio de Arrecife y su gente, sus ciudadanos, Y, precisamente, en Ciudadanos (2) es donde tiene su talón de Aquiles toda la operación de derribo. Se han casado con los socialistas en esos viajes parlamentarios que hace María Dolores Corujo a Tenerife y no hay forma de hacerles volver a su color naranja y a su ideas liberales y sus razones de derecha. Se han quedado trabados entre el palabrerío de Loli y la candidatura de Astrid a la Alcaldía. Repiten una vez sí y otra vez también lo de batalla por sillones como si el objetivo fuera asaltar IKEA en lugar de censurar un grupo de gobierno que no funciona.

Parece que el miedo que tiene Ciudadanos a instalar e Astrid en la Alcaldía es el convencimiento de que si consigue llegar no hay quien la quite de allí. Que sí, que lo puede hacer mucho mejor que De Anta, pero eso precisamente es lo que temen.  Y ante el futuro de Arrecife o el de ellos como partido en expansión, ellos se quedan con Eva. Adanismo le llaman a la cosa esa, hábito de comenzar una actividad cualquiera como si nadie la hubiera ejercitado anteriormente. En fin, que tenemos día ajetreado y cita con dos mujeres que están fuertemente armadas. Pero, como siempre, tenemos que quedarnos con una. Y en eso, Ciudadanos parece que lo tiene muy claro. ¿O no, Delia, Víctor, Carmen, Benjamín...?  A Andrés Medina ni le pregunten que el hombre lleva hablando sólo desde que Somos Lanzarote lo dejó tirado y convertido en un No Adscrito de esos, que parece el hombre un expósito.