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Pactos

Eso es lo que hay (Elecciones locales) (XXV)

Los hay con suerte y con mayorías absolutas. Son pocos, apenas tres. Dos nacionalistas y un socialista. Tinajo y Teguise, para CC, y San Bartolomé para los socialistas. Ahí están tranquilos, tendrán tiempo para programar sin tener esa presión de socios, amigos de los socios y enemigos suyos.

La cosa es así, tranquilidad en esos tres municipios y tilas, reuniones, amagos y globos sondas permanentes en los medios amigos y los no tan amigos en los otros cuatro municipios y Cabildo. Tenemos dos semanas por delante, catorce días, como si fuera la campaña electoral, para reconstruir con los nuevos mimbres la oferta de LAVA, por ejemplo, para cerrar su gobierno en Yaiza y dejar en Tías el pacto mejor para sus intereses y los de los vecinos.

Pero Yaiza y Tías, siendo importantes, son sólo el apéndice del nudo gordiano, enredado por partida doble en Arrecife y en el Cabildo. Lo de Haría ya es cosa de dos. Y ha servido para enemistar a dos amigos, para que Pepe Torres y Alfredo Villalba se repartan de su propia medicina. Contra Pepe Torres, es difícil luchar. Él ya tiene claro que irá al pleno y se propondrá para alcalde. También lo hará Marciano Acuña, el actual alcalde y candidato más votado. Lo que pase, entonces, ya es culpa del PSOE y de Alfredo, sus amigos del alma hasta ahora, de Torres, que por diez votos  más le quieren fastidiar su regreso, a pesar de que su PMH, metiendo sobres de Dolores Corujo en su  sobre contenedor ha conseguido hacerla presidenta del Cabildo, también por una pequeña diferencia, frente a su sempiterno enemigo ( el de los dos, de Loli y de Pepe) Pedro San Ginés, aunque la cosa apunte a que lo será por poco tiempo, que le quitará el adjetivo de “el breve” a Francisco Cabrera, para adjudicárselo ella, Astrid Pérez mediante.

 

Lo de Yaiza y Tías cabe perfectamente en un simple anecdotario si se consigue cerrar el Ayuntamiento de Arrecife y el Cabildo. El dios supremo les ha dado a nacionalistas y populares la oportunidad que tanto buscaban: poder gobernar ellos y desplazar al PSOE. Pero, miren por dónde, desde el mismo momento que las urnas le dan la oportunidad, y la mayoría absoluta al sumatorio de los dos, ya empiezan a amenazarse con el irse ambos, o el uno y el otro, con el PSOE. Son tan histéricos e histriónicos, que hasta para llegar a acuerdos entre ellos tienen que meter por medio al PSOE, y culpar al resucitado Espino, que vuelve a aparecer al lado de los líderes socialistas como si fuera el niño Jesús.

Astrid, para no seguir acaparando  las críticas de su gente y del electorado de derechas, ha cerrado sus declaraciones, con Comité Insular, declarándose favorable al pacto con CC pero diciendo, a la vez, que serías más fructífero uno con el PSOE y anunciando los riesgos de quedarse fuera que tienen si el PSOE y CC se acurrucan en cualquier esquina de Arrecife o el Cabildo, y se reparten, además del Cabildo y el Ayuntamiento de Arrecife, los de Haría y Tías.

En fin, que a Astrid o le ha dado un aire o tiene la misma enfermedad que Echedey, que nos les permite ver que la cosa está en confiar, aunque te engañen, y en ser generoso con el socio, aunque sólo sea hasta el punto de darle el mínimo que satisfaga su voluntad.  Que van a pactar para gobernar, no para separarse. El hacer las cosas bien no incluye robarle la cartera al amigo, ni birlarle su parte del pastel. Que tienen que estar bien entre ellos, y tender puentes para el entendimiento y la confianza mutua porque las complicadas decisiones que hay que tomar, tanto en Arrecife como en el Cabildo, lo exigen. Y que dejan trabajar en Tías, a su aire, a Pancho, Amado y Mame, que ellos no son tontos, y que por su bien y por el del municipio harán también lo que le interesa al PP y a CC en Lanzarote.

Astrid  (el PP, dirán algunos enamorados del eufemismo) ha elegido a María Jesús Tovar y a Angel Vázquez para llevar el peso de las negociaciones. Con esa elección, la presidenta del PP ha dejado muy claro que la negociación la va a llevar ella directamente, que la ha monitorizado a través de las dos personas del partido que considera más leales a ella y más dependientes de ella también. Así que Astrid estará directamente en cada negociación y será quien haga hablar a María Jesús y a Ángel según sus propios intereses. Y Astrid quiere ser alcaldesa. Y yo lo entiendo. Al igual que entiendo que a Echedeyle corte la leche” ese planteamiento. Pero también entiendo que si Echedey, a estas alturas, en Lanzarote, no sabe que él no puede ser alcalde, debería estar ya hablando con otra mujer de mucho poder y liderazgo: Esther Cabrera, para reincorporarse a la empresa privada que gestiona el transporte público de Lanzarote, de dónde salió para meterse en política en Teguise, de la mano de Oswaldo.  

Pero si Echedey  debe saber eso, que ya es Papá y alguien tendrá que traerle los Reyes a Iraya, porque si esperamos a los de Oriente con sus camellos y pajes mal nos va, Astrid debe saber que su quiebro con el PSOE es su suicidio político. Que ella es muy libre de suicidarse, como han hecho otros en esta isla o tirándose por el Risco, o tirándose dentro de la aljibe, colgándose o dejándose llevar por su coche contra cualquier cosa. Nada nuevo bajo el sol. Pero que sea consciente de ello. En el PP de Lanzarote ya llevan muchos años de Astrid presidenta, y enfrentados a todos y sin gobierno en nada. Y ya tiene a muchos cabreados y a otros muchos a punto de soltarse la lengua. Así que aquí Astrid no se está jugando solo la Alcaldía de Arrecife, que también, sino el ser o dejar de ser en el PP. Y lo sabe.

Por eso no entiendo del todo, en algo sí, su operación de aproximación al PSOE, que tiene a un sector del PP con los dientes largos y a otros muchos temiendo que al final se queden sin nada, por los avales que pide la presidenta para ser alcaldesa, que es lo que quieren todos, más todavía los que aspiran a ser concejales del gobierno, asesores de la alcaldesa y otros beneficiarios de la gestión popular.

Astrid está en su laberinto, pero que no se duerma del todo en sus sueños socialdemócratas fingidos porque se la lleva la corriente. Echedey lo tiene más fácil, es un hombre de números, no de leyes y quiebros procesales. Y ya estará sumando. Y se dará cuenta, sin cuentos, que el Cabildo, y todos sus presupuestos consolidados,  bien vale ser generoso y mirar por el proyecto nacionalista. Su victoria en Arrecife no le llevará al Alcaldía pero sí le ha puesto en el Olimpo de CC, allí donde están los hombres que han ganado y que se han sabido sacrificar.

Pedro San Ginés, el PSG lanzaroteño, está estos días más isloteño que nunca. Ha pedido permiso para ausentarse unos días. Sabe que es mejor que lo que tenga que pasar pase  al decantarse por sí mismo. Ya saben, como si se tratase de separar “un líquido del poso que contiene, vertiéndolo suavemente en otro recipiente”. De forma natural, que no se vea él obligado a decirle al Comité de CC en Arrecife lo que tendrían que hacer ellos si tienen dos dedos de frente, que años llevan viviendo de la política como para saber que hay gente con mejor currículo y más necesidades fuera de las administraciones mientras ellos disfrutan de direcciones generales, presidencias de sociedades y consejerías no electas y esas cosas. La vida no siempre nos permite desarrollar nuestros sueños, pero, si los tenemos, se nos presentará la oportunidad de canjearlos por nuestro bienestar. Y esa es la cosa. Y Pedro lo sabe. Y ellos lo saben. Igual que saben que llegar a la respuesta correcta fuera de tiempo no vale. Por eso hay que darse prisa, dejar atrás el todo o nada, porque el nada no lo soportaría ninguno de ellos y el todo no es posible.

Es curioso que reciban el regalo de sus plegarias, sumar con el PP y CC, cuando más asfixiados estaban, que se hayan desintegrado los principales rivales ( C,s, Podemos y Vox) y que, en lugar de estar de celebraciones y negociaciones, estén ahora con la navajita afilada para atacarse entre ellos.

Si el PSOE toca poder en estas elecciones, fuera de San Bartolomé, y dentro de Lanzarote, no es gracias al electorado ni a la ola, ni a la mala suerte, es simplemente la demostración de que el centro derecha de la isla tiene la misma concepción de la política y de la ciudad de Arrecife que Eva de Anta, Carlos Espino y Tomás Fajardo. Que es algo así como  “Ande yo caliente, y ríase la gente”. O retorciendo mejor el refranero español al caso concreto que nos ocupa: Ande yo caliente, que “le den” a los vecinos de Arrecife, a mi ideología y mis compromisos. Pues chicos, que les den a todos. También a ustedes, si no saben de qué va la cosa pública, lo mal que está Arrecife y lo desengañada que está la gente ya con los falso políticos y egos varios. Solo hay que ver que ni tan siquiera la mitad del electorado se acercó a votar. Y sigue bajando. Normal.

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