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“Elogio” a Femés, Pregón San Marcial 2019

Señor Alcalde, señoras y señores concejales, señor párroco de Yaiza, vecino/as, amigo/as, familia y todas los presentes en este acto, muy buenas noches.

Como bien se ha anunciado, soy Clotildo Martín, nacido en este pueblo de Femés el 3 de junio de 1959. Me ha sido encomendada la tarea de pregonar las fiestas de San Marcial del Rubicón 2019.

He aceptado con ilusión, con orgullo y con cierta responsabilidad. Espero que sea un pregón entretenido y que les aporte algo de interés, y deseo que esté al nivel que este pueblo y estas fiestas se merecen.

Quiero dar las gracias a las personas que han hecho esta propuesta, dar las gracias a la comisión de fiestas, a todos los vecino/as de Femés y al Ayuntamiento de Yaiza.

Un recuerdo especial a todos los pregoneros que en anteriores fiestas tuvieron el orgullo de desarrollar esta misma tarea y que todas estas pequeñas y grandes historias, anécdotas y vivencias quedan en la memoria y en las páginas de la historia del pueblo.

Vaya también mi admiración y mi agradecimiento a todas las comisiones de fiesta que en años anteriores han trabajado desinteresadamente y han hecho posible tantos años de convivencia en este pueblo de Femés.

Especial mención a todos los párrocos y colaboradores que a lo largo de la historia han hecho mucho en pro de los vecinos de este pueblo.

También quiero expresar mi gratitud a la gente de este lugar, que durante años y años han trabajado en comisiones de fiestas, o que sin estarlo, han aportado esfuerzos, para que a la vuelta de tantos años se hayan mantenido estas celebraciones.

Fiestas donde la función principal claro está que es la actividad religiosa, pero también la importancia social, la convivencia, la tradición, la cultura, el entretenimiento, el deporte, la música y el baile, todas estas actividades que se dan cita en el pueblo, en honor al Santo Patrono, San Marcial del Rubicón.

Historia de San Marcial

Que mejor para recordar la historia de San Marcial que citar textos del libro “La Iglesia de San Marcial del Rubicón, del sacerdote don Santiago Cazorla, publicado por el Ayuntamiento de Yaiza desde la oficina del Rubicón bajo la coordinación de Yolanda Gil y con motivo de los 600 años de dicha iglesia, estando de Alcalde Don Francisco Reyes Rodríguez.

San Marcial del Rubicón es, sin duda, el santo de mayor antigüedad de las islas, el más veterano y Femés guarda con amor y fidelidad este legado de más de 600 años. Rubicón es la primera página de la conquista de Canarias. San Marcial del Rubicón se llamó al principio San Marcial de Limoges por haber vivido en esta ciudad de Francia como Obispo y evangelizador en el siglo tercero de nuestra era.

Y si en Francia a San Marcial se le llama de Limoges, en Lanzarote se le llama San Marcial del Rubicón, por haber estado su imagen como titular en la capilla del Castillo del Rubicón.

Al morir San Marcial su fama de santidad corrió rápidamente por toda Francia y de allá fue traída a Lanzarote y luego a otras islas por los capellanes de la conquista.

La primera Iglesia de donde primero se le dio culto a San Marcial del Rubicón fue construida en el castillo del Rubicón. Lo recuerda Benedicto XIII, Papa Luna, en su Bula “ad perpetuam rei memoriam” expedida en Marsella el 7 de Julio de 1404. Primer Obispado del Rubicón. Diócesis Canariense Rubicense. Hasta que es trasladado a Las Palmas de Gran Canaria en 1485.

La primera iglesia construida dentro del castillo no duró mucho tiempo. Fue sustituida por otra hecha fuera del castillo y en su cercanía cumpliendo lo mandado por Juan de Bethencourt el 15 de diciembre de 1405. La tercera iglesia construida en Femés a petición del Obispo Don Cristóbal

Cámara y Murga en 1626 se edificaría años mas tarde. Que también fue restaurada en 1712.

Mis padres fueron siempre muy devotos de San Marcial. En mi casa siempre hubo una reproducción en un cuadro con la imagen de San Marcial del Rubicón, tanto en Femés como en Arrecife. Esta condición y la de haber nacido aquí hace que yo tenga impregnado la tradición a las fiestas patronales y un majestuoso respeto a la figura de San Marcial.

“San Marcial del Rubicón, Patrono de Lanzarote y Abogado de los marineros” esta frase siempre la escuché en mi casa, de boca de mi padre.

Acontecimientos que anuncian la llegada de las fiestas

La llegada de la fiesta a los pueblos es un acontecimiento que nos motiva y nos predispone a un estado de alegría, de satisfacción y de colaboración colectiva.

Ahora el tiempo lo percibimos como algo que va a toda prisa, parece que de un año a otro se va excesivamente rápido. Pero yo recuerdo, cuando era un chiquillo, que un año se hacia eterno, esperar a que volvieran las fiestas de nuevo era muy lejano. Volver a esperar un año para saborear de nuevo lo que suponía la llegada de las fiestas y el trajín de oportunidades que en el día a día eran impensables. También de las pocas ocasiones que teníamos para estrenar ropa o zapatos nuevos.

Era una sensación de pura alegría ver las primeras vigas de madera levantadas, que eran los cimientos de un ventorrillo que luego se cubría el techo y laterales de palmeras, para proteger a los fieles de San Marcial, del sol y también del viento y el frío, que siempre impera en estas fechas en Femés.

Ventorrillos que visitaban todas las personas devotas, que después de entrar en la iglesia a pagar la promesa, o simplemente pedirle a San Marcial cualquier tipo de bienestar y salud para la familia, o realizar alguna oración, antes o después de la función religiosa y la procesión del santo patrono.

Cobijarse al soco o a la sombra de un ventorrillo disfrutando de un vaso de vino, un botellín, deleitarse primero, del olor a pejines asados, a fritura de cochino o estofado de carne de cabra y luego degustarlo.

Todas esto con el sonido de fondo de timples, guitarras, en ocasiones un forito y algunas voces al son de una isa o alguna otra forma musical canaria o de sones cubanos, rancheras o corridos mexicanos escuchados en la radio o importados a las islas por emigrantes canarios. Recuerdo también los puestos de las piñas de manís y azúcar, almendras garrapiñadas y todo tipo de golosinas, que tanto a niños como a adultos, se le pone vigilante las papilas gustativas.

El humo que desprende los hornos de leña, es otra señal de que la fiesta se acerca. En el horno cabe todo tipo de preparados para convertirlo en manjares culinarios, pan, bizcochón, galletas, mantecados, mimos, carnes y pescados. Las mesas se llenan de ese condumio especial que se comparte entre los allegados.

Otra de las actividades previas a las fiestas consiste en adecentar la casa y los alrededores, renovando el blanco de las paredes (antiguamente con cal de las caleras de Lanzarote, actividad que ha quedado en desuso pues las caleras hoy ya casi ni existen) y también hacer que brillen de nuevo puertas y ventanas.

En la entrada principal y en la plaza del pueblo ondean banderas de todos colores que el viento juguetea con ellas como si dirigiera una coreografía.

Los días previos a la fiesta principal, las personas encargadas de la animación se desviven por hacer que los niños y niñas, se lo pasen en grande haciendo todo tipo de juegos que refuerzan la relación entre ellos, haciendo posible que se olviden por unas horas de sus obligaciones estudiantiles. Así mismo las personas jóvenes y adultos participan en torneos de bola, juegos de cartas, dominó y ensayos previos para actuaciones de Playback, musicales, baile o teatro. Todo un trajín de convivencia vecinal.

Recordemos en el día principal de la fiesta, la llegada de guaguas durante todo el día, con personas venidas de toda la isla para disfrutar de este acontecimiento religioso y festivo, y cómo la loma que sube al pico de la aceituna y todos los alrededores del pueblo se llenaba de coches.

Era un acontecimiento espectacular, ver como Femés ese día se pasaba de un ambiente de quietud, a un ambiente de regocijo, con el rumor del vocerío de las personas, el sonido de un canto de una isa a timple y guitarra, la estridencia de tracas y voladores a la salida del santo de la Iglesia, cuando lo sacan en procesión por las calles del pueblo acompañado de una banda de música.

La vida de mis padres semejante a todas las familias de Femés

Nací aquí en el año 1959, pero a los 8 años, mis padres se trasladan a Arrecife buscando mejor

fortuna laboral y asegurar el futuro de una familia numerosa que debido a la industrias de pescado, Arrecife daba más oportunidad de trabajo, así mi padre trabajó muchos años en las fábricas de pescado y también algunos de mis hermanos. Antes de mudarnos todos, mi padre compartía con mi tío Benito y otras personas un cuarto en Arrecife, donde se quedaban toda la semana para poder acudir al trabajo.

Al hablar de la vida de mi familia es lo mismo que hablar de la vida de cualquier familia de Femés, porque todas eran bastante humildes, todas con mucha dedicación al trabajo en las tareas agrícolas, con los animales, trabajando la sal en Janubio, atravesando los Ajaches para diferentes tareas y alguna que otra faena costera. Todas las familias tenían similares situaciones económicas. Por no tener, no tenían nada, lo que tenían era una mentalidad de supervivencia, de mucho sacrificio, de superación a todos los problemas relacionados con la vida diaria:

Sembrar la vega y gavias que muchas veces eran de medianías, batallar con los años ruines de sequía y la búsqueda de agua a los pozos, buscar aulagas y todo tipo de leña para alimentar el fuego con que hacían la comida, el pastoreo, el ordeño y cuidado de los animales, la elaboración del queso, el cuidado y educación de los hijos, tareas de costura, zurcidos, remendados, elaboración de rosetas, cestería, palma y palmito, transformar la piel de un baifo en un zurrón y todo tipo de artesanías, los aperos de labranza eran fundamentales.

Pero todas estas familias tenían algo en común, bregar por la supervivencia, mantenían la misma ilusión en la lucha por sacar adelante familias de 5, 8, 10 y hasta 12 hijos y que a pesar de todo eran muy felices.

Eran felices en el trabajo porque sabían lo que suponía llevar a casa el sustento que los mantenía, eran felices cuando podían volver a casa al calor de toda la familia, eran felices cuando se reunían en fiestas, charlaban y cambiaban impresiones con los vecinos.

Recuerdos de Femés cuando niño

Al desplazarme de Femés con corta edad no recuerdo muchas anécdotas de esa época. Pero conservo algunos recuerdos de cuando en alguna ocasión en el colegio nos repartían la leche, nosotros íbamos provistos de un jarro. Aunque la verdad yo no recuerdo haber pasado nunca hambre.

Otro recuerdo es cuando nos vacunaban en la escuela, que nos ponían en fila para ir entrando de uno en uno. Ese era un mal día para ir al colegio y un buen día para desaparecer porque no era un acontecimiento muy agradable para mi. Hay gente que todavía conserva la marca característica que dejaba la vacuna.

La figura del maestro en el colegio. Es importante recordar a la persona que sienta las bases y se va a preocupar de que en el futuro tengas una buena educación. Mi maestro se llamaba Don Lorenzo, no recuerdo su aspecto físico pero si lo recuerdo con cariño como un maestro ejemplar y buena persona.

La sociedad desde entonces ha cambiado mucho, como todo en esta vida. La música se manifestaba de forma natural en los ventorrillos y salones de baile improvisados, a veces tenían lugar en casas particulares. Bien distinto a los espectáculos actuales, que se desarrolla en escenarios, con potentes

equipos de sonido y luces.

Recuerdo también la orquesta de música moderna en casa de Maestro Fefo, que amenizaba la fiesta particular de esta familia. También en su casa horneaban pan con leña que compartían con los vecinos.

Anécdotas personales de pequeño en Femés

Todavía mi tío Benito me recuerda que siendo yo chico, me pedía que bailara de forma que moviera la cadera hacia delante y hacia atrás y luego me decía, !ahora más rápido! y yo lo hacía con más energía, como él me pedía, moviendo la cadera hacia delante y hacia atrás con mucho ímpetu y él se partía de la risa.

Una anécdota graciosa que recuerdo es que mis primos Emiliano y Modestina, hijos de mi tía Vicenta y mi tío Emiliano, me amenazaban con meterme a la “gallenía” con los animales, si no les cantaba alguna canción, y allá iba Clotildo y les cantaba algo para salir del apuro. Yo creo que era más por el pillaje de ponerme en un aprieto que por escucharme cantar.

Una almohada de sobra

Una noche mi madre estaba un poco extrañada porque le sobraba una almohada, pero como pensaba que ya todos sus hijos estaban durmiendo, no le dio más importancia y se acostó. En la madrugada le tocan a la puerta y asombrada pregunta que quién era y le contesta su hijo Emiliano que aún era un crío, eh ahí el dilema de la almohada que le sobraba, era la suya.

Se había quedado dormido debajo de la mesa de la cocina, metido dentro de una caja. Fue tanto el remordimiento de mi madre por ese descuido, que ese día, ella tenía que ir a Arrecife y se lo llevó con ella en vez de dejarlo a cargo de mi hermana Margot, la mayor de todos, que era la que más cuidaba de nosotros.

Anécdota de mis padres

Mis padres después de una temporada de noviazgo se habían separado y llevaban un tiempo que no se hablaban. Una noche de baile que mi madre abandonaba el salón para marcharse, mi padre, con el ánimo de reconquistarla, le cantó la siguiente copla:

Anda cielo sol y luna

Dame de tu claridad

Para seguirle los pasos

A mi amor que se me va.

Y mi madre nos decía:

“¡Mira me entró una cosa en el cuerpo cuando lo oí cantar esa copla!” y a partir de ese día volvimos a estar juntos para siempre. Mi madre cuando nos contaba esto, parecía que revivía el hecho en el mismo momento de contarlo, por el entusiasmo que lo decía y como se llenaba la cara de felicidad al relatarlo.

Mi tío Benito y mi padre, mi tía Filomena y mi madre, amigos inseparables

Ya dije antes que la historia que cuente de mi familia es extensiva a cualquier vecino del pueblo porque las situaciones eran casi las mismas en todos los hogares.

Mi tío Benito, mi tía Filomena y mis padres siempre fueron inseparables, trabajaron juntos en las salinas de Janubio, en la fábrica de pescado de Lloret y Llinares. Ambos se mudaron a Arrecife y fueron a parar al mismo barrio de San Francisco Javier, que en ese tiempo era conocido como La Bufona, hicieron la casa juntos a muy pocos metros una de la otra.

Otros de mis tíos sobre todo por parte de mi madre decidieron irse al Barrio de Maneje y a La Vega.

Mi tío Eugenio, sin embargo emigró a Cádiz y trabajó en la costera.

Mi tía Margarita y Edelmira se fueron a vivir a Tenerife, y aunque enviudaron jóvenes no les faltó el coraje para trabajar y luchar por sacar adelante a sus hijos e hijas. Sus hijas y nietas nunca han perdido la cercanía con este pueblo, porque cada vez que pueden regresan a la casa de Femés, la misma en la que se alzó imponente la palmera más alta del pueblo, que luego el temporal acabó con ella.

Femés municipio

Aunque parezca mentira, Femés fue municipio independiente hasta 1953 y luego fue anexionado a Yaiza. Hace mucho tiempo de esto, hubo personas y movimientos vecinales, que se estuvieron moviendo para recuperar el municipio de Femés, como lo fue en su momento, pero no hubo consenso.

Femés como escenario y protagonistas de la novela Mararía

Rafael Arozarena, escritor que se recreó en el pueblo de Femés, en la vida de su gente, en su paisaje, en el personaje de una mujer con características de belleza excepcionales, para hacer su novela Mararía.

Hay un poema de este escritor titulado “María la de Femés” al que yo musicalicé y está plasmado en el trabajo discográfico de La Parranda Janubio, titulado “Costumbres”. Este poema describe ampliamente a la protagonista de esta novela.

María la de Femés, ahora por estar vieja, nadie recuerda quién fue.

Tenía los labios tintos como las flores de pascua, delgados como cuchillos.

Los ojos como dos higos, igual que dos higos tunos, con las pestañas de picos.

Las pupilas como cuevas, como las cuevas de guanches, como un secreto de piedra.

Los hombros de media luna, los pechos como dos Teides y el vientre como una duna.

Tenía piernas y brazos tan lisos y tan redondos, como los troncos del drago.

Altas las dos piernas, altas, para mecerse en el aire, como las palmas canarias.

Era arisca como un cacto y al hombre que la tocase le sangrarían las manos.

Alguien, no sé quién, me dijo: “para llamar a los hombres silbaba igual que los mirlos.

Tronco torcido de vid, el tiempo calcó en su cuerpo, arrugas del Mal País.

Secas sus piernas, resecas, lo mismo que a los camellos, se le volvieron de arena.

Hoy la crucé en el camino, flaco mástil; con el viento silbaba igual que los mirlos.

Tradiciones en Femés

Según el historiador Don Francisco Hernández Delgado de Teguise, en el pueblo de Femés se daba una variante de los ranchos de pascua, que eran los “Ranchos de Posadas” que tenían las mismas características de los “Ranchos de Pascua” pero con la finalidad de paliar la deuda de nuestros antepasados que negaron asilo y posada a Jesús y María. Con letras en sus cantos alusivas a la petición de posada. Tenemos que reconocer y poner en valor la labor del “Rancho de Pascua de Yaiza”, que mantiene estas manifestaciones tradicionales.

Otra de las tradiciones que existía en Femés, era el “Juego de La Santa”, que se jugaba en las fechas de Santa Lucía, que algunas veces mis padres me explicaron. Sé que hay personas que se han dedicado a salvaguardar de cómo eran estas manifestaciones que fueron tradicionales en su momento, y que ahora yo no podría explicarles.

Mi abuelo Emiliano Duarte y luego alguno de sus hijos, fueron parranderos de los bailes de Femés, ellos, junto a otros tocadores, como los García, los González, Señor León, los Bravos, entre otros, algunos de estos que venían de Las Breñas y de Uga. Existían unas nomenclaturas diferentes a las que se utilizan en la Música para referirse al nombre de las notas musicales: la “Isa del 1” equivale a la tonalidad de Sol, la “Isa del 5” a la del Re, la “Isa del 9” al Mi, “El Tendío o Cruzado” al Do y la “Zorra” que equivale al Fa.

Una actividad tradicional relativamente reciente pero que a mi, personalmente, me gustó mucho era el Belén viviente que se celebraba aquí en Femés, que aunque hoy día no se hace, si que mantenía muchos valores, por supuesto el religioso, el social y colectivo. En él participaba mucha gente del pueblo de diferentes generaciones, representando diferentes personajes del nacimiento del niño Jesús: pastores con su ganado bajando por las laderas, hogueras en lo alto de la montaña, se escuchaban silbos de pastores y ladridos de perros, una parranda que lentamente atravesaba el pueblo cantando villancicos, la Virgen María, San José y los Reyes Magos montados en camellos. Todo esto hasta llegar a la Iglesia de San Marcial donde se desarrollaba el final de la representación.

Todo coordinado por una persona extraordinaria, Josefa Toledo, “Fefa la Maestra” que después de terminar su jornada laboral como docente, le quedaba energías y entusiasmo para mover a la vecindad a que participara en este acto y en otros muchos que se organizaban en las fiestas. Ella pertenece a la familia de Los Toledo de La Graciosa, muy amantes de las tradiciones y de ahí que conserven “La Parranda de Los Toledo”.

Fotógrafo aficionado

Conservamos algunas fotos de familia, personas del pueblo y de fiestas, que fueron tomadas por mi padre, él desarrolló una labor de fotógrafo aficionado con su cámara “Univex Supra”.

Romances de Tía Isabel

Dentro del mismo capítulo de las tradiciones están los romances. Y para eso me apoyaré en uno que recitaba mi tía Isabel García. Ella tenía una memoria prodigiosa para recordarlos. A continuación les muestro una historia escrita por José María García, apodado “El Obispo”, referida a él mismo. En la historia nos cuenta lo que le pasó cierto día. Según decía mi tía, José María García era su suegro.

El Día 2 de Febrero lo tendré por acordado

El día de Candelaria por ser día señalado

Salió el “Obispo” de Yaiza en una mula montado

Para el pueblo de las Breñas con otros acompañados

Y en la ladera de todo, para bien sea contado

Tropezó y cayó la mula y el “Obispo” disgustado

Con la caída de la mula poniéndose incomodado

Con el acompañamiento, porque no lo levantaron

Aunque ellos fuerzas hicieron pero ya mortificados

Lo arriman para el camino y allí oculto lo dejaron

Se fueron para sus casas y después de que cenaron

Vuelven a buscar el cuerpo y tendido lo encontraron

Creyendo que estaba muerto pero vivo lo “jallaron”

Lo sacan para el camino cada uno por su lado

Y tuvieron la gran suerte que a su casa lo llevaron

Lo acostaron en un catre y a su mujer la llamaron

Pa que viera a su marido de la forma que ha llegado

La mujer cuando lo vio en el catre apalastrado

Dijo con gran sentimiento, ¡Dios te haya perdonado!

Y a las hijas le decía: saquen un pañuelo encarnado

Para ponerlo de luto por mi pobre “corcovado”

Háganle una taza de agua de pasote refinado

Y se la dan con azúcar pa que muera sosegado

Al cabo de mucho rato de habérsela tomado

Abrió los ojos y dijo: ¡Mundo mundo desgraciado!

El “Obispo” he sido yo lo tendré por un dictado.

Y tentándole la risa la mujer le ha preguntado

-¿Qué es lo que te ha sucedido?

-¡La mula que me ha tumbado!

Se me ha perdido el sombrero, pasé el camino destocado

-¡Cuánto vale la vergüenza!

-No sé porque no he comprado

-y “asina” me lo contestas grandísimo condenado.

Y echando mano a la rueca pa pegarme cuatro palos

Como la encontró cargada se quedó fresca “jilando”

Y yo me quedé dormido con las bodegas soñando

Que estaba bebiendo vino y otro me estaba estorbando

Me quedó el gusto en la boca y el paladar escaldado

Por aquel día anterior de tanto que había botado

 

Y me está quedando magua por no haberlo aprovechado

Pa cuando mate un el cochino beber sobre el ahogado.

Alumnos de Femés antes de una actuación

 

Pequeños parranderos de Femés

 

Colectivo musical de Navidad

El colectivo musical de navidad se formó en 1990, con alumnos de la escuela municipal de música de Yaiza y Tinajo, Parranda Janubio y Parranda Lanzarote, en torno a 40 / 60 participantes. El mismo se crea con la intención de compartir la navidad entre diferentes formaciones y crear vínculos de amistad entre personas de diferentes municipios. Se realizó una grabación de un video en esta iglesia de Femés con temas tradicionales de Navidad.

Colectivo Musical de Navidad en la Iglesia de Femés

Cantar una actividad innata

No siempre hay que acompañarse de un instrumento para cantar. De forma natural nos sale las melodías acompañando cualquier actividad que desarrollamos. Así existen infinidad de cantos de trabajo.

¿Quién no le cantó alguna vez a su niño o niña para dormirlo?. El arrorró es otra de las melodías tradicionales canarias con mucho sentimiento y que existen innumerables versiones.

Mi condición laboral en Yaiza

En la actualidad me une a Yaiza una relación laboral como Profesor de Música, debo decir que me siento a gusto desarrollando esta labor que adoro, en la que comparto enseñanza con niños, niñas, jóvenes y personas adultas.

Fruto del trabajo nace la Parranda Janubio, referente cultural del municipio, que desde el año 1967 hasta ahora ha desarrollado una labor incansable en pro de la cultura musical de Yaiza, interpretando la música tradicional, cantando coplas de nuestros poetas locales y de las Islas: Víctor Fernández Gopar, Aquilino García, Antonio García, Antonio Rodríguez, Jaime Quesada, Rafael Arozarena.

Este colectivo ha formado parte de todas las ediciones del “Festival de Seguidillas” interpretando las coplas ganadoras del “Concurso de Seguidillas Víctor Fernández Gopar” organizado por el Ayuntamiento de Yaiza.

Parranda Janubio en Feaga (Fuerteventura), en sus comienzos

Parranda Janubio en las salinas de Janubio

Mis primeras notas musicales

Haber nacido en Femés y desarrollar una labor de docencia musical, son los motivos por los que hoy soy el pregonero de estas fiestas, por lo que quiero compartir este regocijo con las personas que influyeron en mi vida profesional.

Bueno, si busco genes de músicos en familias de anteriores generaciones, mi padre decía que su abuelo Juan García tocaba el órgano en esta iglesia de San Marcial. Por parte de mi madre, mi abuelo Emiliano Duarte tocaba instrumentos de cuerda y sus hijos y nietos siguieron la tradición.

Pero mis primeros sonidos sacados de un instrumento fueron guiados por el Folklorista Marcial Cabrera Cedrés, de Yaiza, que me enseñaba a tocar el laúd. Marcial era mi vecino, cuando se mudó a San Francisco Javier en Arrecife, y allí al lado de mi casa, cuando llegaba de trabajar, yo lo abordaba para que me diera alguna clase.

Poco después acudo a la Escuela de Música de Florián Corujo Tejera, él con su humanidad, se convirtió en mi protector, mi maestro, compañero de parrandas y con el tiempo trabajé en su escuela dando clases. Junto a Florián participé en un sin fin de recitales de diferentes géneros musicales.

Junto a él fui fundador de la Asociación “Círculo Guitarrístico Isla de Lanzarote” en el que se organizaban actos culturales, conciertos y cursos de guitarra clásica y junto a él también participé como miembro fundador de La Parranda Lanzarote.

A lo largo del tiempo han participado en mi formación musical profesores como: Domingo Corujo, María José García, Pilar Santana, Javier Días, Miguel Calzadilla, Blas Sánchez.

Por su buen hacer, por su amistad, y por cercanía voy a recordar como personas referentes en la música canaria, a Fefo García y Antonio Corujo. También la experiencia con todos los miembros de la Parranda Lanzarote en todas sus etapas. Y referentes fueron también los diferentes grupos folklóricos de la isla.

Como es de bien nacido ser agradecido aprovecho para darle las gracias a todas estas personas que han influido en mi formación y que hoy siento su presencia aquí conmigo.

Otras actividades laborales y habilidades

Aparte de las actividades agrícolas de ganadería y la pesca, también se desarrollaban otras actividades aisladas pero muy importantes en Femés, recordemos el mantenimiento del emisor de la Atalaya, llevada a cabo durante muchísimos años por Juan Cáceres.

Recordar a las Personas con Habilidades excepcionales que hacía que los vecinos tuvieran confianza en ellas para dar a luz a sus hijos, la figura de la partera, me estoy refiriendo a Seña Abelina, ejemplos de ello.

Importante también la labor de las personas que hacían las veces del practicante y ponían inyecciones, en este caso algunas de las personas que desarrollaron esta habilidad son Leonor Reyes y María Reyes.

Actividad comercial en Femés a día de hoy

No sé si es la labor de un pregonero poner en valor la actividad comercial que hoy se desarrolla en Femés, o si es de interés para ustedes ya que viviendo aquí esto es evidente. Pero con su permiso voy a decir algo al respecto.

Convertir las “gallenías” de los animales en un centro culinario fue una visión de futuro que tuvieron mi tío Emiliano y mi tía Vicenta y que ha funcionado a través de los años.

Comer y beber en un estado relajado y en una casa antigua restaurada y decorada a lo rústico, o en una terraza con jardines y vistas a Playa Blanca, es un placer que nuestros sentidos agradecen. Por eso se ha mantenido “Restaurante Casa Emiliano” bajo la dirección de mi tía Vicenta y el trabajo de la familia. Ella que es un icono de Femés, por su lucha, que bien representa a la mujer coraje, ella que da una imagen original allá donde vaya, mostrando un carácter alegre, una cara risueña, pero que bajo su inseparable pañuelo se esconden los recuerdos imborrables de situaciones que le ha tocado vivir.

Otro de los comercios es:

La casa de Pablo y Segunda en la “Cuesta del Paso”, convertida en el “Restaurante Balcón de Femés”, es otro de los aciertos de actividad comercial, que su propietario Francisco (Tito para todos los que lo conocemos) tuvo la genial idea de convertir el espacio en un lugar espléndido para recrearse en el paisaje y disfrutar de un buen banquete.

Cuando entramos en él encontramos la profesionalidad y amabilidad de su hermano José que nos recibe y nos pone confortables.

Sigo con otro ejemplo de desarrollo.

Lo que fue el “Casino” de mi Tío Mateo y mi Tío Pedro, se convirtió por decisión de mi primo Chano, en una bar terraza, en un mirador espléndido desde donde se divisa, Maciot, Playa Blanca, Isla de Lobos, Fuerteventura e incluso el Teide, cuando la atmósfera lo permite.

Otro local que ha permanecido en el tiempo, es propiedad de Silverio.

El apreciado bar de Juan y de Nieves que se han ganado el prestigio por todos los clientes, ya sean residentes o turistas por la buena acogida y vianda que ofrecen.

Todo tipo de industria local, que se ha prolongado en el tiempo, son importantes ganaderías como la de la familia de Los Reyes, la familia de Cipriano y Margarita, y las correspondientes queserías.

Importantes queserías que a lo lago de los años han hecho que el producto de Femés tratado con esmero y cariño viajen a lo largo de la islas y del mundo pretendiendo llegar a paladares rastreadores de exquisiteces.

Otro importante comercio es “La tienda de Isidoro”

Comercio que ha surtido a Femés de alimentación y otros productos en muchas décadas, productos locales y de importación necesarios para la vida diaria.

Agradecimientos

Dando por terminado mi aportación como pregonero de estas fiestas.

Reitero mi agradecimiento al Párroco de Yaiza, a la Comisión de fiestas, al pueblo de Femés, y al Ayuntamiento de Yaiza.

Felices fiestas de San Marcial del Rubicón 2019.

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