No es el PSOE, eres tú, Oswaldo, el que tiene que cumplir

Oswaldo Betancort ha llegado a la Presidencia del Cabildo como si fuera un regalo adelantado del Día de Reyes: lo ha cogido, le ha dado las gracias a los papás de la idea, invitó a sus patrocinadores y amigos a un día completo de fiesta de todo a cero euros en mi querido restaurante “Las Cadenas”, saboreas millonarios por aquí y por allí para todo el mundo y se ha puesto a jugar con el juguetito. Visitas a los medios de comunicación cabecera, hasta a los de cabecera de la anterior presidenta, que él sabe que todos flojean del mismo bolsillo, enchufes de amigos, parientes e influencer para que les lleven sus redes sociales, las coronas de su reinado junto con sus palomas mensajeras, y deja toda actividad productiva en manos de sus consejeros, que se sienten más huérfanos que cualquier Expósito de primera generación. Es verdad que algunos consejeros están encantados con un presidente así, porque ellos siempre han querido hacer lo que les da la gana.

Y para no aburrirse en el Cabildo, cuando no está del tingo al tango, se trajo a su amiga Gladys de jefa del Gabinete, que lo mismo le vale para un roto que para un descosido. Lo mismo la manda a engolosinar alguna técnico que está poniendo pegas, que la manda a empatizar con la comunidad gitana o la pone a contar chistes de las boberías que ella le dice a los suyos para mantenerlos calladitos.  

Lo curioso es que le molesta que el PSOE le critique. Pero y qué pensaba. ¿Acaso creyó que el PSOE le iba a agradecer que les desbancara del gobierno? ¿Acaso creyó que podría contar con el PSOE para aprobar nada si pactó con el PP para dejarles fuera del gobierno? ¿Acaso creyó que el PSOE, desde la oposición, le va aprobar los temas que no le aprobó a su compañero nacionalista Pedro San Ginés cuando los tenía en el propio gobierno insular? ¡Qué va, mi niño, qué va! Esto no va de eso. Esto va de que usted, que ha sido el más votado, de que usted, que ha conformado un gobierno a través de un pacto que le da mayoría absoluta, aprueba todos y cada uno de los proyectos que prometió realizar. A usted y a nadie más se le ha puesto un equipo, un buen sueldo y un presupuesto consolidado anual de cerca de 300 millones de euros para que afronte los problemas que tiene esta isla. Para que haga, uno a uno, los proyectos con los que ilusionó a sus votantes.

Porque si usted no lo hace, nadie más podrá hacerlo, porque en sus manos están nuestras armas, nuestros recursos y nuestras ilusiones. Usted ya no es uno más. Es el único. Y si usted no lo hace, se convertirá en el tapón de esta isla. Y mientras usted está “disfrutando”, haciéndose fotos, tomando el sol o de risas y fiestas, o haciendo caja para los ahorritos familiares, la isla estará parada. Esa es la inmensa responsabilidad que usted contrajo. Y esa es la responsabilidad que nosotros tenemos que exigirle. Porque es usted quien se ha empoderado con el poder de todos nosotros para solucionar los problemas comunes. Si usted cumple, que le vaya bonito. Si no cumple, sería bonito que se fuera.

Del PSOE, a usted que le gusta parecerse a Dimas, solo puede esperar una querella criminal a la primera de cambio. Desde que tengan oportunidad. Ya lo sabía usted. Y posiblemente se llevará por delante también al consejero que lleve la materia. Y si me pide un nombre probable le nombro a Domingo Cejas, que es el que tiene usted metido en los fregados de mayor calado y de más difícil resolución. No espere nada más. Usted tiene mayoría absoluta suficiente para aprobar lo que le dé la gana. Y esa se la da el PP, no el PSOE. Y no se despiste con esa variable porque, a lo peor, por querer mandarse una de ¾ pierde la mayoría absoluta de la que disfruta en el peor momento. El principal objetivo del PSOE es volver al gobierno. Allá ellos con sus objetivos partidarios. ¿Pero cuál es el suyo gestionando cerca de 300 millones de euros anuales, con una ristra de enchufados y un sueldo más que bueno, todo pagado por los ciudadanos? ¿Se conforma con permanecer en el cargo?

La cosa no es que puede hacer el PSOE por ti, sino qué puedes hacer tú con nuestras armas y dinero para resolver nuestros problemas. La clase es gratis. Pero un poco de fundamento, por favor.