EDITORIAL Bienvenido, Sr. Rodríguez Zapatero
El expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero ha elegido, de nuevo, Lanzarote para pasar sus vacaciones. Se encuentra ya aquí, disfrutando en compañía de sus familiares, de una isla de la que se declara enamorado. Los lanzaroteños, y canarios en general, nos debemos sentir agradecidos por esa preferencia que manifiesta el exlíder socialista por Lanzarote y la naturalidad con la que habla de los atractivos de esta isla y su gente. Rodríguez Zapatero habrá podido cometer muchos errores en sus años de gobierno, se le podrá criticar su incapacidad para frenar los desvaríos financieros de la prima de riesgo, pero hay una decisión, por lo menos, que debemos respetar y aplaudir: su elección de Lanzarote.
José Luis Rodríguez Zapatero se enamoró de Lanzarote, en presencia de su mujer que siente igual o mayor atracción por la isla que él, antes de ser presidente del gobierno, lo manifestó generosa y abiertamente durante sus siete años de gobierno y lo reafirma ahora, lejos ya del mundanal ruido de la política, del gobierno de España y del puente de mando que intenta controlar los vaivenes de esta crisis mundial.
José Luis Rodríguez Zapatero no mintió cuando declaró su amor por Lanzarote. No lo hizo cuando sólo era el secretario general para ganar unos votos para sus correligionarios en la isla, no lo hizo únicamente por vender turísticamente este trozo del territorio estatal cuando era presidente y no lo hace ahora sólo porque Lanzarote es un destino tranquilo donde perderse y evitarse situaciones delicadas con personajes pegajosos y criticas populares. No, a José Luis Rodríguez Zapatero le gusta Lanzarote. Y no siempre se encuentra secretarios generales, presidentes de gobierno, ni ciudadanos de trayectoria conocida que muestren su amor de forma tan repetida, sencilla y desinteresada.
Rodríguez Zapatero, bienvenido a Lanzarote. Disfrute de su isla.