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La calma antes de la tempestad

¿No les parece que el gobierno del Sr. Rajoy está demostrando una actitud sospechosamente contemplativa ante la actual situación? Ni piden el rescate, ni toman medidas para impulsar el empleo, y eso que vamos derechitos a los 6 millones de parados. Resulta muy raro que el gobierno evidencie desde hace ya algún tiempo un espíritu de total pasividad y sosiego prenavideño. ¿Dónde estarán las dichosas fórmulas para crear puestos de trabajo, para relanzar la economía? Es curioso, reina un cierto espíritu de stand by absoluto, interrumpido solo por las medidas del Sr. Gallardón para entregarles el Registro Civil a los Registradores de la Propiedad y Mercantiles. Efectivamente, el que sabe registrar una finca también deberá saber registrar un nacimiento, defunción, divorcio, etc…Pero, en serio, es difícil, por no decir, imposible, ver alguna ventaja en esta decisión tan carente de toda lógica. Será que con ello piensa asegurar los puestos de trabajo de un colectivo tan perjudicado y tan inmerso en la penuria económica, como lo es el de los Registradores de la Propiedad. Imagino que será eso. Imagino también que esa será, entonces, una de las medidas estrella para asegurar y crear puestos de trabajo. Sinceramente, pienso, que lo peor está por venir, que el gobierno no tomará ninguna medida para evitar que el mercado laboral siga cayendo en picado hasta tocar fondo. Una vez tocado fondo toca precarizar al máximo las relaciones laborales. Flexibilidad total es la receta mágica de los ideólogos de derechas. Pronto, cuando ya falte poco para las próximas elecciones, empezarán los medios afines a pronosticar, a visualizar, brotillos, brotes y brotones verdes en el horizonte económico. Aunque a la gente les vaya peor, aunque tengan que sobrevivir con sueldos paupérrimos y tengan que tirar para adelante con contratos de despido express, tratarán de crear el espejismo de una  recuperación económica.   

 O sea, que nos quedan por delante meses y meses de recortes, de lavado de cerebro en los que nos querrán convencer de que los culpables de todo esto somos nosotros mismos. Y como somos los culpables tenemos que pagar, pagar a los bancos, a los especuladores, a todo el mundo. Es normal que a los altos ejecutivos de los bancos y cajas en bancarrota no les pase nada. Y es que estos señores solo han querido lo mejor, solo han buscado el bien para todos (ellos). Se han equivocado, quizá, pero ha sido sin querer.

 ¿Y que opinará de todo esto el PSOE con su administrador concursal a la cabeza, Alfredo Pérez Rubalcaba? Posiblemente opinará que, perdida toda credibilidad, es mejor callarse, dedicarse a los líos internos y esperar mejores tiempos. ¿Y qué opinará de todo esto el Sr. José Miguel Pérez, encargado de la sucursal? Pues opinará, quizá, que lo realmente importante es estar subido a la poltrona, pase lo que pase, y poder llevar algún nombre al BOC, de vez en cuando. Así vamos.

 Una lástima, tenemos un país sin gobierno capaz ni alternativa en la oposición. Tocará aguantar.

(*) Damián Peña, portavoz de Opción por Lanzarote

 

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