
Cuando uno lleva casi cuarenta años exponiéndose en los medios de comunicación, tratando diferentes temas, escribiendo de casi todo, pero destacando por el trato especial a la política, tiene cierta lógica que la gente te conozca, te pare por la calle y te haga preguntas variopintas sobre el devenir de la cosa pública. Me suele pasar con enorme frecuencia, más desde que soy uno de los tertulianos habituales de “Café de Periodistas” desde sus inicios, allá por 2006, y que dirige, en Lancelot TV, Jorge M. Coll, al que creo un amigo y con quien comparto curiosas anécdotas desde los tiempos en los que nos iniciamos en el periodismo en los años 80 en una revista, Lancelot, que fue el faro de todo el desarrollo periodístico posterior de la isla, junto a Radio/Voz Lanzarote, que representaba la otra orilla, en la que también estuve años más tarde por más de una década.