Me siento profundamente apenado por un error de juicio que asumo con todas las consecuencias administrativas que conlleva, así como personales y familiares.
No pretendo justificarme. Me he equivocado, y pido disculpas a todos mis vecinos y vecinas, a mis compañeros de partido y, por supuesto, a mi familia que, como siempre, es mi mayor apoyo.
No es momento de agachar la cabeza y no lo voy a hacer porque creo que cuando se comete un error, no sirve de nada esconderse.
Estoy totalmente y sinceramente arrepentido.
Y, por eso, asumo las consecuencias. Me dieron la opción de recurrir, pero no lo voy a hacer, incluso teniendo negativa la analítica de sangre que me hicieron en el hospital Doctor José Molina Orosa, cuando fui trasladado por la ambulancia.
Como cualquier otro ciudadano cumpliré con la sanción que me ha sido impuesta.
Solo puedo pedir disculpas una y mil veces y asegurar que lo ocurrido este martes es un hecho aislado que jamás volverá a pasar.
En mis más de 30 años como cargo público, mi conducta ha sido intachable.
Poco más tengo que añadir, salvo dar las gracias a todas y cada una de las personas que se han preocupado por mi estado de salud.