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La madurez de Mame

Eso es lo que hay (Elecciones locales) (XXIV)

El trabajar con la televisión encendida tiene sus riesgos en esta profesión. Quizás, precisamente por eso, está encendida con más frecuencia de la esperada. La televisión, como se sabe, es una permanente fuente de información, más en la actualidad donde hay canales a tutiplén, entre ellos mi favorito, el 24 horas, que es el que me acompaña durante más tiempo en mis solitarias y creativas noches de trabajo. Pero dejémonos de rodeos y vayamos al grano. Que no es otro que la situación política de Tías y ese escenario de pactos que se abrió con el resultado electoral. Y es la tv la que me impone este artículo. Haciendo zapping, buscando mi 24 horas, me encuentro al periodista Jaime Puig (¡Qué meses locos aquellos que pasamos en Fuerteventura en 1988 con la VOZ!) entrevistando al concejal electo de LAVA en el Ayuntamiento de Tías, Andrés Manuel Fernández Pérez, más conocido por todos como Mame, y frené en seco. Y me tragué la entrevista con ciertas dosis de interés y sorpresa a partes iguales.

En primer lugar, aclaro, conozco a Mame y a su familia desde casi toda su vida. Digo su vida y no la mía porque yo soy unos años mayor. El ser naturales del mismo pueblo nos permite encontrar espacios y personas comunes sin necesidad de intermediarios. Conozco sus brillantes inicios de entrenador de fútbol y su entrada en política, como asesor de Deportes, de la mano de Paca Toledo, familiar política suya, en el último mandato de José Juan Cruz, que estuvo de alcalde 16 años.  A mitad de mandato, y cuando el barco de Pepe Juan ya hacía aguas por muchos sitios, y viéndose que era imposible cambiar al capitán de la embarcación, que era el “dueño” del barco, se apostó por hacer cambios en el grupo de gobierno. Entonces, la relación entre Paca y Pepe Juan empezó a fracturarse de forma definitiva. Más todavía cuando le comunicó que le iba a quitar Deportes para dárselo a Alfonso Gopar, el hombre que era el secretario local del PSOE, aunque el actuó siempre como si fuera el secretario local de Pepe Juan Cruz. Esa decisión, además de romper la relación con Paca Toledo, significó que Mame presentara su dimisión de asesor y agarrara su primer cabreo político. Se iba él y se quedaba el “botarate” del técnico con el que se enfrentaba todos los días para intentar cambiar la política deportiva del departamento. Y se fue, sin hacer ruido, sin manifestar malestar, pero visiblemente dolido. Hablamos en aquellos momentos. Pero eso no viene al caso.

Cuento lo anterior, porque estoy casi seguro de que aquella frustración fue lo que llevó a Mame Fernández a plantearse entrar en política y acabar en la lista electoral de mi amigo y compañero de muchas batallas (viejas ya) Pedro Calero, vecino de Mácher, al que sustituyó de concejal, lo que le permitió pactar con el PP, después de que fracasara el acuerdo que tenía Pancho Hernández con San Borondón, a medio mandato. Con el PP, con sus áreas de Cultura y Turismo, su asesor  Domingo Lorenzo, y su actitud vitalista se presentó en las elecciones del 2015 con un capital político mucho mayor. Y se marchó de CC, donde no le dejaban hacer y él, además, se alineó con la facción de Paulino, con lo que la salida estuvo más que justificada. Y cayó en Nueva Canarias, un partido del que no sé si decir que estaba en construcción o en deconstrucción. Pero era arriesgado coger esa barca por mucho tiempo, aunque en ese momento fuera imprescindible para ir a la otra orilla. Al Ayuntamiento. Y lo hizo, y sacó el doble de concejales, dos, y confiaba que él y Erika fueran concejales de gobierno. Pero no, el sobrino del socialista Juan Félix Eugenio, otro amigo mío, compañero también de muchas batallas (unas a favor y las últimas en contra), el nacionalista Amado Vizcaíno se le adelantó, ayudado por la sección femenina del PP, vecina de él, y quedó todo como el pacto de “Ca´frecho”.  Por eso, se ha pegado cuatro años Mame bramando con todas sus fuerzas, con muchos videos grabados en su coche, y palo tras palo a todo lo que movía en el municipio que oliera al PP. Y así llegó a las elecciones, convencido de que pasaría de dos a tres concejales y que el PP, después de tanto palo, se desplomaría, y que Pepe Juan Cruz (PSOE), en su regreso del pasado, daría un tironcito pero nada más.

Y así llegamos a esta realidad. Que es la que es. El PP no se desmorona. Pepe Juan Cruz surfea sobre la ola socialista mejor que “Franito” y él y su LAVA, su nuevo proyecto político, pierden más de doscientos votos y se queda con un único concejal, él mismo, él solo. Pero nunca se sabe de dónde puede venir la fortuna. Y su caída, abrupta, en un escenario inimaginable, le convierte en la llave del gobierno. Y comienzan las llamadas de todo el mundo. De los candidatos que quieren ser alcaldes, que están empatados a nueve concejales, de los amigos de los candidatos, que son amigos suyos también, para sacar lo peor de sí contra el otro alcaldable para que se vaya con el de ellos, de presidentes de partidos, de vecinos que no le consta que le hayan votado pero que ahora dicen que no creen que vaya a pactar con tal o con cual. En fin, que está metido en la boca del dragón. Con mucho gusto, pero con mucha presión también.

Todo eso lo sabía yo antes de encontrarme en la pantalla del televisor de mi despacho con Mame respondiendo a las preguntas de Jaime. Que, como buen profesional, le soltaba las preguntas al mismo tiempo que su clásica sonrisita, intentando ir más lejos de lo que Mame quería decir. Pero tengo la impresión de que el concejal electo de LAVA dijo exactamente lo que quería decir y dio la imagen que quería dar. Primero, aquí estamos hablando de programa, y pone una acotación de político maduro y persona seria: “Sé que con un solo concejal no tengo la fuerza para ejecutar todo mi programa”. Y la limitación temporal:  Lo que se puede hacer ya debe hacer ya y lo que necesite más tiempo se hará en más tiempo. Y como remate de madurez, deja claro que va a poner por delante su compromiso con el municipio (“No voy a jugar con los 20.006 vecinos del municipio”) a sus vísceras. Si es capaz de hacerlo, estará construyendo un nuevo personaje político de talla impredecible. Y si además, como dijo, coge las áreas que sabe llevar y se rodea de un grupito de gente cualificada y sensibles con las necesidades de Tías, habrá Mame para rato.

Ya puestos yo le recomendaría que cogiera Deportes, no sólo porque parte de su vida, no exenta de aciertos, ha estado vinculada a esa actividad, sino también porque sería como empezar a escribir su historia política desde cero. Desde que quiso empezarla y un ajuste de gobierno municipal socialista le impidiera seguirla como quería hace ya una década. El Mame que se metió en mi lugar de trabajo, por la pantalla del monitor, parecía ya un hombre de gobierno. ¿De qué gobierno? ¿Con quién? Eso ya lo tendrá que decir él. Y me da que lo dirá pronto. Sin esperar al sábado, día quince de junio, fecha para la constitución de la corporación, como un adelanto del gobierno transversal y transparente que quiere para Tías.

 

Comentarios

#1 Anónimo 05-06-2019 20:02
Cómo cobran sentido para mí ahora, este artículo y su título. Pareciesen una llamada de atención. Una llamada de atención que no surtió efecto. En fin, qué cosas...

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