¿PERO TIENE ALGÚN INFORME O PROYECTO PARA IMPEDIR QUE SE VENGA AL SUELO?

Tanto la presidenta del Cabildo, María Dolores Corujo, como su consejera de Patrimonio Histórico, Ariagona González, han sacado nota de prensa para dejar constancia de que tienen cuatro informes nada menos, la ley solo exige dos, que avalan la incoación del expediente del Hotel Oriental, en la calle Real, en Arrecife, como Bien de Interés Cultural (BIC). Las dos señora socialistas han sacado músculo documental frente a la alcaldesa popular de Arrecife que había hecho público hace unos meses también un informe de Gesplan en el que se rebajaban los valores del bien y se decía que no reunía los suficientes valores para un BIC.

Está claro que María Dolores y Ariagona han salido a la palestra con la clara intención de ganarle la “batalla de los informes” a Astrid Pérez. Pero hasta ahora, ni una ni otra ha sido capaz de explicar cómo se va a conservar un bien y sus valores patrimoniales que año tras años se acerca más a un estado ruinoso. Si el Cabildo está dispuesto a ganar una batalla sin importarle el resultado de la guerra que se tiene que declarar con todas sus consecuencias en beneficio de la conservación de ciertos inmuebles pues que se arraye un millo. De lo contrario, en lugar de estar polemizando unas contra otra (¿es esta la política de mujeres que quieren vendernos?), deberían sentarse y valorar cuál es la capacidad real de las administraciones de la isla para salvar todo lo que se pueda de la ruina. En estos últimos 30 años, hemos visto como inmuebles bien conservados se han ido deteriorando e, incluso, cayéndose ante la inactividad más absoluta de la misma administración que los declara BIC, que los incluye en catálogos de bienes protegidos, pero que es incapaz de desarrollar una política eficaz para garantizar su conservación. Y ni mujeres políticas, ni leche machanga, todo está igual o peor que en aquellos tiempos en que José María Espino y Andrés Fuentes trazaban las líneas de la ciudad arrastrando la pierna por el suelo. ¡En fin, de pena!