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VAMOS A LLAMARLE "LOS HIJOS DE BEGOÑA Y TOMÁS"

Si pensamos en acceder en calidad de laborales fijos a cualquier administración pública y leemos la normativa al respecto parece realmente difícil. Ahora bien, hay excepciones. Sangrantes, en algunos casos. Que dan un repelús tremendo porque están ancladas en el borde, o sin borde, del fraude de ley. Si nos pusiéramos a ver la cantidad de personas que han entrado en la administración de esta forma, nos llevaríamos una enorme sorpresa. Y no se salvan ni ayuntamientos ni Cabildos. Tampoco Lanzarote. Personas que entran con un contrato de seis meses de convenio con el Servicio Canario de Empleo y (¡oh, qué casualidad!) acaban por “despiste” de la administración en laborales fijos al denunciar a magistratura no sé qué incumplimiento. Hasta el punto que hay sentencias en la que la magistrada, al ver el comportamiento del abogado que representa a la administración, hace constar que ha habido una total dejación por parte de la parte defensora.

Esas formas se hacían mucho antes y se siguen haciendo ahora. Más cuando parece que se acaban algunos ciclos políticos. Y cuando los beneficiados de esos “despistes” que acaban denunciados son hijos de personas cercanas a los que gobiernan la cosa chirria que da gusto. ¡Eso se llama amor de madre y de padre! Aunque también hay quien entiende que es prevaricación y poco respeto por el dinero público. Venga, como si fuera la Once de los fines de semana, sueldo de por vida, por tocarte ser hijo de aquel o aquella que se sienta al lado de quienes mandan. Y recursos humanos sin interesarse. ¿o sí que se ha enterado y están encantados?   Y estas cositas, desgraciadamente, tampoco hay sindicato que las denuncie. ¡Cómo si no supiéramos que es una de las formas más vergonzantes de evitar el principio de libre concurrencia e igual oportunidad para todos los trabajadores!   

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