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¿DÓNDE ESTÁN, MARÍA DOLORES?

En su mitin de presentación de candidaturas del pasado sábado en Arrecife, la actual presidenta del Cabildo de Lanzarote y candidata de nuevo por el PSOE para seguir en el cargo, María Dolores Corujo, que durante la campaña electoral vuelve a llamarse Loli, se mostró más guerrera que nunca pero tan olvidadiza como siempre.

Oyéndola, más de uno estaría pensando si realmente se presenta a la reelección o simplemente lo hace por primera vez. Y la verdad es que no es para menos. Con esa carga de energía y odio, a partes iguales, tan bien inyectada en ella por sus queridos asesores y comparsas recaudadoras, arremetió contra todo lo que se movía, dando preferencia a zaherir sin límite a presidenta del sector turístico, al medio de comunicación con más audiencia de Lanzarote y a todo el que le diga que el Cabildo sirva para algo más que dar ruedas de prensa, hacerse fotos, colocar de asesores a los amigos, y dar subvenciones ni ton ni son para mantener el quiosco clientelar que la mantiene en el “machito” ( ¿o habría que decir en la hembrita, respetando el lenguaje inclusivo?).

Daba gusto oírla con ese tono mitinero de los años ochenta meterse con todo el mundo porque no se había hecho nada y destacando que ella lo iba a hacer todo a partir del 28 de mayo. Exactamente lo mismo que dijo hace cuatro años por estos mismos meses electorales y, al final, se le pasó el tiempo dándole jabón a los amigos y criticando a Pedro San Ginés, haciendo de vocalista de su grupo mediático de cabecera que, puesta a darle, le quería dar hasta el premio social que tanto se merecía Sor Ana por su ingente labor social. Da grima verla gritar la pena que le da ver a los pasajeros de guaguas peleándose por un asiento cuando en cuatro años lo único que ha hecho es sacarse fotos con la gerente de la concesionara del servicio, para celebrar, me imagino, que tenemos el peor servicio de transporte colectivo de Canarias. Oírla hablar de saturación turística, cuando hace apenas unas semanas tuvo que mandar una nota de prensa casi pidiendo disculpas por la ocurrencia que hasta su propio secretario regional le recriminó. Quién no reconoce la realidad, está condenada a repetirla. Y María Dolores, o Loli, que estamos en tiempos de elecciones y de dirigirse al populacho a pedirle respaldo, o cambia algunas cosas o nos lleva a todos al desastre. Lanzarote no aguanta cuatro años más como estos últimos cuatro años. Los retos importantes están por hacer mientras nuestros políticos presumen de hacer una rotonda, rezomar un velatorio o regalar el dinero al final del mandato como si no hubiera un mañana. ¿Y dónde están las promesas de hace cuatro años de construir cientos de viviendas, de contar con los mejores profesionales, de mejorar los servicios, del desarrollo sostenible? ¡Lamentable!  

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