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MARCOS PONE UNA PICA EN NAZARET

Marcos Bergaz presentó ayer su candidatura al Ayuntamiento de Teguise en el coqueto pueblo de Nazaret y lo hizo a lo grande. El actual consejero del Cabildo y concejal del Ayuntamiento de Teguise por el PSOE tiene el mérito del que llega hace cuatro años a una plaza histórica del nacionalismo y aprovecha los vientos favor de su partido y sus reconocidas dotes de orador y de hombre persistente para meter siete concejales de veintiuno y dar esperanza de que un alcalde socialista es posible en Teguise, aunque todavía no se ha dado en este periodo democrático.

El trabajo constante del cuarentón socialista, músico y abogado, que habla por los codos y no para ni de correr ni de vender su “moto” socialista, considerado como el único hombre que puede ganarle a una mujer haciendo dos cosas a la vez, le ha servido para, lejos de desinflarse en el periodo interelectoral, consolidar la posición conquistada hace cuatro años y salir a la cita electoral dejando algo de incertidumbre de si será niño o niña el que se lleve el bastón de mando de Teguise en este relevo obligado donde socialistas y mujeres compiten por hacer historia.

Bergaz se juega en  este envite seguir liberado o no políticamente, porque su éxito parece asegurado en el sentido de ser el único socialista que sale en territorio no conquistado con posibilidades reales de triunfo y dejando la huella de un trabajo constante durante estos cuatro años de gobierno. Le pueden dejar sin su sueño de ser alcalde en estas elecciones, pero nadie le puede ya “birlar” su constancia en la lucha por conseguirlo. Es, sin duda, el único opositor que demostró madera de político y acude a las urnas en Teguise sin red visible: si gana, vive de la política; si pierde, vive dando clases. Lo que también está claro que tiene asegurada, de una u otra forma, una calidad de vida que habrá conquistado con su talento, trabajo y empatía.

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