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AGRAMAR, YA PARA FEBRERO, DEJA MUCHOS CABOS AL AIRE

El concejal de Festejos del Ayuntamiento de Arrecife, Echedey Eugenio, en comandita con el presidente del Cabildo de Lanzarote, su “querido” compañero de partido Oswaldo Betancort, está “como loco” por meter el carnaval próximo en las naves de Agramar, propiedad de una de las empresas de la familia Cabrera, concesionaria también del servicio de transporte regular de la isla. Y, aparte de ciertas suspicacias que podrían saltar en su momento procesal oportuno,  se conoce que hay dudas de qué tipo de contrato y por cuánto y a razón de qué se va a cerrar un acuerdo con una empresa privada sin valorarse otras opciones.

No se entienden tampoco las prisas. Porque, aunque es verdad que el suelo del recinto ferial se entregó al Cabildo para construir ahí el Palacio de Congresos, del que siempre se habla pero nunca se hace nada, también es cierto que ahí no se va a hacer nada, como mínimo, antes de finales del próximo año. En el mejor de los casos, y con todas las dudas de que finalmente se haga algo. Ante esa realidad, parece más lógico volver a hacer el carnaval próximo ahí y negociar con fundamento una opción, con más tiempo y si es posible con el coste justo, para años venideros. Aunque sabemos de la tozudez de Echedey cuando se le mete algo en la cabeza, quizás no sería mala idea esquivar males mayores y conflictos evitables. A tiempo estamos todavía.

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