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TÍAS CIERRA EL APARCAMIENTO DE “LAS GRIETAS” Y PASA EL PROBLEMA A SAN BARTOLOMÉ

El Ayuntamiento de Tías, cuando vio que las grietas de Montaña Blanca se  habían convertido en un punto de interés turístico, adaptó un espacio por debajo de la carretera para que los coches no aparcaran en los márgenes de la carretera que une Tías con San Bartolomé. Pero el remedio fue peor que la enfermedad. Todos los días se veían a turistas cruzar la carretera general como si se tratase de un tramo urbano. Lo que provocaba frenazos y volantazos de los coches, con algún susto por medio. Para evitar esos males, ayer se pusieron unos conos para impedir el acceso al pequeño aparcamiento y también para prohibir la parada en el margen de Tías. Resultado: los coches han empezado aparcar en los márgenes de esa misma carretera de nuevo pero ya en el municipio de San Bartolomé, que empieza unos metros más arriba.

La solución pasa por habilitar un aparcamiento por la parte norte de la carretera y señalizar las grietas por los caminos rurales y senderos que hay en la zona y así evitar el contacto de peatones con esa carretera que no tiene arcén suficiente. Ambos ayuntamientos, el de Tías y de San Bartolomé, o el alcalde más espabilado de los dos socialistas que gobiernan ambos municipios, deberían definir un sendero para llegar a las grietas desde sus respectivos municipios con salida desde un aparcamiento seguro, hacer una ordenanza para cobrar por el uso del aparcamiento y darles un folleto a los turistas con el recorrido, características geológicas que han hecho posible las grietas y lugares emblemáticos de la zona. Sin olvidarse de restaurantes y cafeterías donde gastarse unos duros en estos pueblos. Hay que hacer de los problemas fortalezas y aprovecharlas. Nos consta que Isidro Pérez ya estaba paseando por la zona estos días. Con lo recaudado, se podría mantener la zona y poner a un vigilante para impedir las excentricidades de algunos desalmados.

 

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