El parlamentario socialista Marcos Hernández Guillén, dejó caer ayer en la tertulia Café de periodistas, de Lancelot TV, que se mirase por qué Lanzarote tiene el 80% de todos los barracones que tiene la Consejería de Educación en Canarias.
¿Quizás un siglo? ¿Hasta que se caiga ese bien que se dice que hay proteger? Esa es la pregunta que se hacen muchas personas que llevan años y años viendo estas vallas delante del edificio donde estaba la ya desaparecida Librería Lasso, en Arrecife, en la calle Fajardo.
Por el andar de la perrita, todo apunta a que las obras del tramo de la Avenida de Las Playas, a la altura de Matagorda, acabarán en el juzgado, o en la Fiscalía.
Hace más de un mes, desde el cuatro de octubre, que Borja Rubio ya milita en la liga de asesores de la política canaria de primera división.
Los rumores que nos llegan de la Consejería de Educación del Gobierno de canarias son que el Centro de Enseñanzas Obligatorias de Playa Blanca tampoco estará acabado para el próximo curso. Y esto es una muy mala noticia para el municipio de Yaiza que ve como los escolares de Playa Blanca tiene pegarse verdaderos madrugones para desplazarse a casi veinte kilómetros de sus casas para recibir unas enseñanzas que, además de ser obligatorias, deberían estar cerca de sus casas. Los padres y el Ayuntamiento han denunciado esta situación en miles de ocasiones pero la cosa parece que va para largo. Parece que las obras iban a buen ritmo y que todo estaría dispuesto para el próximo curso pero ahora todo suena a retraso.
No se sabe si por efecto de un milagro o por actuación municipal, pero lo cierto es que desde hace dos noches, las cosas se ven más claras en el paseo por el perímetro de la playa de La Concha.
Las amigas que han roto el muro que separa la derecha y la izquierda en Lanzarote se copian el sistema orgánico.
El Comité Ejecutivo insular del PP aprueba por unanimidad la nueva estructura del Partido Popular de Lanzarote.
A alguien cercano a CC se le ocurrió preguntarle a otro que había tenido cargo público por este partido dónde estaban los artistas de Lanzarote.
Hay comportamientos que son difíciles de reconocer, si no fuera que aquí nos conocemos todos y sabemos de qué pesebrera come cada uno.
La Asociación de Vecinos de Titerroy no deja de denunciar lo que considera situaciones mejorables de su barrio, por decirlo de una forma fina. Demanda que el Ayuntamiento tiene que habilitar “un servicio para subsanar en el menor tiempo posible las pequeñas reparaciones en la escena urbana en la ciudad de Arrecife”. Y no les falta razón.
Denuncian los vecinos también que “los ciudadanos no podemos estar a la espera para una cosa tan simple con arreglar una farola se puedan pegar meses y meses, actualmente en el barrio de Titterroy cuenta con más de 40 farolas fundidas, ya esa institución lo tiene como asumiendo que no funcione algo bien en la ciudad sea normal”. Y tienen más razón que un santo. Si, además, vemos las fotografías en las que adjuntan cómo se encuentran las escaleras de la calle Tilama o las aceras del Paseo Monseñor Óscar Romero, tenemos que coincidir con esos vecinos en que hay que hacer algo para remediar estas cosas. Posiblemente, el resto de los barrios estén igual o peor que Titerroy pero eso no es consuelo. Más bien debería ser motivo suficiente para que se ataquen estas deficiencias de forma inmediata con un servicio eficaz y duradero. Es verdad que estas asociaciones pueden parecer “moscas cojoneras” y que en algunas ocasiones han escondido más afán de protagonismo que verdadero interés en solucionar las cosas. Pero, en este caso, hay que reconocer que tienen toda la razón. Está claro que todo no puede hacerse en dos meses pero sí se puede transmitírseles un mensaje de esperanza y ponerse a ello de verdad. No queda otra.
