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La boda del año en diciembre en El Varadero de Puerto del Carmen parece que trae cola.

La actitud de los concejales del PSOE y de CC en el Ayuntamiento de Haría demuestran una mezquindad impropia de quienes representan la voluntad de los ciudadanos.

Nadie dice de quiénes se tratan. Si son famosillos o gente de aquí con ganas de gastar perras. Pero los preparativos ya parece que han empezado y no se habla de otra cosa en esos corrillos del Varadero, de Puerto del Carmen. Precisamente allí se celebrará el enlace e, incluso, se habla de que se cerrará ese día el acceso al puerto a aquellas personas ajenas al evento. Vamos, que no estén invitados. Más de 150 invitados, amigos y familiares de los contrayentes y políticos varios. La cosa suena muy bien.

Lanzarote es uno de los lugares más seguros de Canarias y donde menos crecen los delitos, aunque sí que crecen.

Los vecinos de esta zona de Playa Honda están encantados con que pusiera la barandilla para acceder al mar sin caerse.

El municipio de Haría volverá a tener 13 concejales, y no 11 como ahora, al superar los 5000 habitantes. Como se sabe, los ediles de un municipio están en relación con los habitantes que tiene y, en este caso, al superar los 5.000 habitantes pasan de 11 a 13. Son los que corresponden a poblaciones de 5.001 a 10.000 residentes.

Parece que solo le pasa a otros, entendiendo por otros a aquellos que no conocen nuestras costas o que actúan de forma temeraria. Pero no es así, aunque, claro, esas situaciones y comportamientos favorecen los ahogamientos en nuestras costas.  El informe de “Canarias, 1.500 kilómetros de costa” deja a la vista de todos la frecuencia con la que se producen muertes en el litoral de las islas. En verano, ya han fallecido doce personas ahogadas en Canarias.

Si ya venía uno metido en la grima con eso de la guerra de Ucrania, las escenificaciones obscenas de Rusia, EEUU y China con sus arsenales de armamento bélico y las dificultades de abastecimiento, que con el problema del cambio climático en ciernes nos tienen dudando en si cortarnos las venas o irnos al bar hasta el amanecer, como para que, ahora, veamos peligrar el suministro de agua en la isla. Hemos estado todos estos años sentados encima de una bomba de relojería y en lugar de desactivarla, nos hemos dedicado a discutir si eran podemos o galgos. Y nos coge, señores, el toro más rojos que nunca.

El grupo de gobierno del Ayuntamiento de San Bartolomé es digno de alabanza. Sus concejales, todos ellos socialistas, se pusieron el mono de trabajo al día siguiente de llegar a la corporación, y no han parado. Bajo la batuta del tristemente fallecido alcalde Alexis Tejera, que estaba llamado a convertirse en un político de referencia en la isla, los ediles socialistas se entusiasmaron tanto con la gestión municipal, que es raro el día que no anuncian obra o servicio nuevos en su coqueto municipio. Lo mismo te anuncian la inauguración de un merendero que la reformas de canchas deportivas o asfaltados en cualquiera de las calles de los pueblos. Ayer mismo, le metían mano a la modernización de los parques infantiles.

“En el día de hoy, aunque ya ha quedado aclarado por los informes de la UCO que no han encontrado ningún vínculo entre los fondos de Ignacio Calatayud y su entorno familiar conmigo y, por tanto, el cómo pagué mi vivienda no debiera ser objeto de investigación; he explicado con todo lujo de detalles cuánto, cuándo y cómo la he pagado, de lo cual daré cumplida cuenta a la opinión pública en cuanto tenga acceso a toda la documentación que fue retirada de mi domicilio”.  De esta manera se despachaba el expresidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro Sanginés, después de ir a declarar al Juzgado de Instrucción número 2 de Arrecife por un presunto delito de enriquecimiento que se le imputa. Además, asegura, “respondí y creo haber aclarado todo lo concerniente a la contratación de Ignacio Calatayud y el cobro de las costas procesales”.