La excepcionalidad de la medida del estado de alarma y el momento iniciático en el que nos encontramos, lleva a algunos ciudadanos a comportarse con irresponsabilidad cuando está en la calle, lugar en el que está prohibido estar si no es como tránsito hacia los sitios permitidos.
Entre las excepciones para evitar el confinamiento en sus casas, los ciudadanos tienen el derecho de poder dirigirse a un banco o a un supermercado o una farmacia.
Las manifestaciones a veces son imprescindibles para cambiar el mundo y otras son una temeridad que favorece la propagación de enfermedades contagiosas.
Es la primera vez que nos piden cosas que sabemos hacer, que hacemos habitualmente. Quedarnos en casa, lavarnos las manos, cuidar de nuestra familia y especial cuidado de nuestros mayores.
Hay que tener sentido común. Es mejor retrasar las compras que favorecer las aglomeraciones en los supermercados.
Miles de personas visitan los Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote diariamente y trabajan en ellos más de 200 trabajadores. Se e encuentran en espacios cerrados y estrechos como los accesos a Los Jameos y Cueva de los Verdes. ¿Se plantea el Cabildo el riesgo que ello conlleva en estos momentos? ¿Se puede convocar un consejo de administración para mañana y no haber ningún punto para analizar esa situación?
A estas alturas de siglo, sobra estar cuestionando la necesidad que tienen las administraciones y empresas de contar con un gabinete de prensa ya sea propio o contratando los servicios de una empresa especializada.
La suspensión de las clases a todos los niveles educativos en la Comunidad de Madrid, para evitar la propagación del coronavirus, ha traído situaciones no previstas. Por un lado está la difícil situación de conciliación familiar, con padres que trabajan y niños sin clases, que se agudiza al no ser muy recomendable dejar a niños a cargo de los abuelos, población de alto riesgo ante un virus que puede ser letal para ellos.
Cuando se dice que para llegar a un barrio de Arrecife desde cualquier punto de la capital de Lanzarote hay que entrar en otro municipio, todo el mundo piensa que hay un impedimento natural. Cuando se dice que está apenas a medio kilómetro del siguiente barrio de la ciudad y hay que recorrer casi tres kilómetros para volver de este, todo el mundo piensa que hay en medio un río, una montaña o cualquier otro obstáculo natural.
